UNIVERSALIDAD


Las hojas que caen,
Fluyen con la arena.
Orden natural.

El universalismo puede ser verde, blanco o hasta de color neutral. Puede ser como el viento, como el agua pero también como un diminuto camaleon. Algunas veces es un glacial que baja de la cordillera como el invierno cuando se aproxima, otras es la voz de una niña o un niño que llora. Ante el hambre, ante la guerra, ante el abuso, ante la infancia perdida. No, el universalismo no está perdido. El universalismo es la literatura, es la física y sus leyes, es la música sin fronteras. Es tanto la sabiduría que brota cuando uno se hace consciente de su ignorancia como el lugar de origen de toda palabra. Es tanto la acción, como la reacción pues está más allá de la autoconcepción. ¿De donde saber lo que uno piensa antes de escuchar lo que uno dice? Si quieres comprender verdaderamente, calla primero. Deja que todo en tu interior se asiente. Observa: ¿de donde viene el primer sonido?, ¿de veras?, sigue observando, reconoce que ya mucho antes de la palabra los sentidos ya están interactuando. Mundo interior, mundo exterior ¿verdaderamente les podemos dividir en dos?.

Si, la globalización es como el monstruo que llevamos en nuestro interior y al que le tenemos miedo que nos devore. ¿Pero no es ahí donde el verdadero crecimiento acontece? Hablamos de las transnacionales o los populistas como si fuesen el diablo mismo. Decimos que el poder de las grandes empresas ponen en peligro la soberanía de los gobiernos nacionales ¿pero quienes son las grandes empresas, si no nosotros mismos? ¿Acaso no reflejan las transnacionales nuestro propio sentido de provecho? Y algo parecido ocurre con el populismo pues el populismo avanza tan rápido porque emplea la tecnología que se esta desarrollando más rápido que nuestra conciencia para apelar a nuestro sensacionalismo. Pero la globalización no solo separa, también une. Comenzamos a comprender que el autoritarismo no es solo una forma de gobernar sino que se encuentra en nuestra propia manera de pensar, de actuar. Algo que perfectamente se puede apreciar en la sociedad de consumo en la que vivimos y que lleva en si integrado los mecanismos que le auto justifican. Así aparecen términos como los del desarrollo sustentable no solo en la sociedad en la que vivimos si no que también en nuestro interior. Me pregunto: Para mi mismo, ¿verdaderamente es una amenaza la emigración? ¿que substancia tiene aquella amenaza, donde en mi la puedo localizar? Preguntas que pretenden apuntar hacia el hecho que la conciencia, o la mente no necesariamente es algo que tiene que estar reducido a la actividad mental ordinaria sino que a la vez es la esencia de la mente o con otras palabras, nuestra naturaleza original. Un hecho que lo ilustró ayer y lo sigue ilustrando hoy la siguiente historia sobre el maestro Ta-Chien Hui-Neng, también conocido como Hui-Neng o Daikan Eno :

„Al cabo de diez años, el octavo día del primer mes del año 676, viajó al lejano sur en donde se encontró con el maestro del Dharma Yin-tsung predicando el Sutra del Nirvana en el templo de Fa-hsing. El viento agitaba una bandera y, en el vestíbulo, escuchó a dos monjes hablando sobre ella. Uno decía que era el viento el que se movía, mientras que el otro afirmaba que la que se movía era la bandera. Pero, por más que hablaban, no se acercaban un ápice a la verdad. El maestro se dirigió entonces hacia ello diciendo: „Si un humilde laico pudiera interrumpir vuestra elevada discusión os diría que no es la bandera ni el viento sino que vuestras mentes lo que se esta moviendo. (1)

Una historia que nos deja muchas enseñanzas. Nos recuerda por ejemplo porque la mente originaria es la vía, que el Samsara y el Nirvana coexisten en todo instante al igual como coexisten el „yo“ limitado por la fragmentación junto al „Yo“ que no conoce limitación. Al igual como nos insta a reconocer que el viaje no ha hecho más que comenzar. A reconocer que sanar también puede significar hacerse consciente del impulso que nos esta llevando a la autodestrucción y modificar. O a aceptar el hecho que una toma de conciencia siempre será algo estéril si no es seguida por un acto por lo que hay que seguir cuestionado el autoritarismo, el sectarismo, los efectos de privilegios que se manifiestan en la sociedad. ¿Por que? Porque la meditación no es un medio para evadir la realidad sino que justamente su expresión más directa.

El maestro Keizan termina su Teisho sobre el maestro Hui-Neng con los siguientes versos:

Golpead el mortero,

Su estruendoso sonido

Retumba mas allá del tiempo y del espacio.

Tamizad las nubes

Hasta que aparezca la luna plateada

y la noche sea profunda y clara.


(1)Según: Francis Dojun Cook, Traducción de Dokusho Villalba (2006): Denkoroku (Crónicas de la transmisión de la luz) Maestro Keizan. Barcelona.

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