TAISO EKA

Taiso Eka (T’ai-tsu Hui-k’o), 487-593

En el reino vacío y resplandeciente
se han extinguido las condiciones y los pensamientos.
Todo es claridad, atención y continuo resplandor. Keizan Zenji

En reconocimiento al maestro chino Eka, hoy en día algunos templos en Japón extienden la sesshin de Rohatsu por todo el octavo día. Se dice que si Eka no le hubiese insistido a Bodhidharma el budismo Zen no hubiese llegado a China y posiblemente hubiese desaparecido.
Un hombre llamado Eka, como había oído hablar del gran monje que permanecía sentado en una cueva en el templo de Shaolin, fue a visitarle. Al llegar allí, miró a la cueva y vio al maestro sentado en postura de gran concentración. Esperó fuera pacientemente. Hacia frío y nevaba. Cundo cayó la noche, intentó atraer la atención del maestro: “Por favor, quiero ser su discípulo”.
Bodhidharma, imperturbable, ni siquiera le miró y siguió haciendo zazen. Entonces Eka, para expresar su determinación, se cortó el brazo. Y así al fin pudo convertirse en el discípulo de Bodhidharma.
Eka pidió a su maestro:
“¡Mi espíritu no está en paz, te ruego que lo apacigües! -Tráeme tu espíritu y lo apaciguaré, soltó Bodhidharma. – Cuando busco mi propio espíritu, contesto Eka, no consigo encontrarlo. – Entonces ya lo he apaciguado” Eka se prosternó ante Bodhidharma.
Eka permaneció nueve años con su maestro, practicando zazen. Cuando Bodhidharma sintió que se acercaba el día de su muerte, llamó junto a el sus cuatro discípulos y les pregunto:
“¿Qué habéis entendido de mi enseñanza?” El primer discípulo dijo: “Si queremos hacer realidad la verdad, no tenemos ni que confiar totalmente en las palabras ni rechazarlas del todo, sino servirnos de ellas como un útil de la Vía. -Haz obtenido mi piel” respondió Bodhidharma. El segundo discípulo, una monja, habló a la vez: “La verdad es una visión feliz de los paraísos del Buda. Se ve una vez y nunca mas. -Haz obtenido mi carne” dijo el maestro. El tercer discípulo afirmó: “Los grandes elementos están vacíos y los cinco agregados son inexistentes; en realidad no hay nada que pueda ser atrapado. -Haz obtenido mis huesos” Tras el discurso del tercer discípulo Eka se prosternó ante su maestro sin decir nada. Entonces Bodhidharma afirmó: – -Haz obtenido la medula”
Eka se convirtió así en el segundo patriarca Zen de China.
Segun: Bovay, Kaltenbach, De Smedt (1999): Zen. Práctica y enseñanza, historia y tradición, civilización y perspectivas. Barcelona: Editorial Kairós.
Francis Dojun Cook (2006): Denkoroku (Cronicas de la transmisión de la luz) Maestro Keizan. Barcelona: Editorial Kairós

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