YAKUSAN IGEN

Yakusan (Yüeh-shan Wie-yen) practicó junto a Sekito del que fue el sucesor. Una vez preguntó a su maestro:

“Conozco las enseñanzas de los tres Vehículos y de las doce ramas. Sin embargo, he oído decir que hay un método para alcanzar directamente el espíritu que hace del hombre un buda y le permite hacer realidad su verdadera esencia. No puedo comprenderlo. Por favor, enséñame».

Sekito contestó:
“Este camino es adecuado y tambien inadecuado pero, del mismo modo, no es adecuado ni tampoco inadecuado. ¿Qué tienes que decir al respecto?»

Yakusan no supo que decir. Dicho esto Sekito le envió a ver a Baso. Una vez allí, Yakusan se inclinó y repitio su pregunta. Baso dijo sencillamente:

“ A veces le hago arquear las cejas y parpadear, otras veces no le hago arquear las cejas ni parpadear. A veces, ambas cosas son correctas mientras que otras, en cambio, ambas son incorrectas, mostrándole, de este modo, como cambia según las circunstancias”.

En ese momento, Yakusan despertó a este reino y comprendió su existencia en todo, desde arquear las cejas y parpadear hasta actividades como ver, oir y comprender. Entonces fue cuando se postró ante Baso.

¿Cuál es la verdad de la que te has tornado consciente y que te ha hecho postrarte ante mi? le preguntó seguidamanete el patriarca?. Cuando estaba con Sekito era como un mosquito posado sobre un buey de hierro– replicó

Mas tarde Baso le preguntó:

¿Cómo ves las cosas estos dias?
Me he despellejado por completo y no hay mas que una sola realidad- dijo Yakusan, sabiendo que ahí no hay ni una sola mancha ni una sola mota de polvo.

Comentarios de Keizan Zenji:
No resulta nada facil alcanzar este reino mediante el estudio. Es por esto por lo que Baso le ensalzó diciendo: “Se dice que lo que has adquirido está de acuerdo con la esencia de la mente e impregna todas tus actividades”.
Esa realidad está en todas partes y no existe ningun lugar que no se encuentre completamente impregnado de ella. Fianlmente, el maestro comprendio que lo mismo podia decir con respecto a todas la actividades que, hasta aquel momento, habiea llevado a cabo, que eran como no hacer nada o plantar flores sobre una piedra. En realidad estaba tratando de realizar lo que acababa de preguntar, senalar directamente a la mente humana. Una vez que se dio cuenta de “Quien” es el que arquea las cejas y papadea, el maestro despertó. Cuando mas tarde ensemaba el Dharma a los monjes, dijo: “En este mismo momento utilizo las palabras para revelaros a “Aquel” que esta mas alla de todas las palabras. El que carece de ojos y oidos”. De este modo, su estancia con Sekito y su formación posterior con Baso le convirtieron en un transmisor adecuado para actuar en beneficio de los demas mostrandoles directamente la verdad.

¿No lo veis? Arquear las cejas y parpadear es correcto y no lo es. Este dominio se encuentra más allá de cualquier duda. Todos estamos dotados de él. Cuando tratáis de entenderlo, os dais cuenta de que carece de oídos y de ojos. No podéis, pues, discernirlo mediante la vista o el oído, no podéis hacer nada al respecto. Aunque en ningún momento os habéis apartado ni un ápice de el, ignoráis su nombre. No solo se trata de algo magnifico, sino que también os da la vida y os da la muerte, os hace ir y os hace venir y os hace comprender mediante la vista y el oído. No busquéis en otra parte el verdadero Dharma. ¿Cómo podríais esperar verlo en otro momento? Ésa es la verdad a la que apuntan las doce secciones de la enseñanza de la que todos los seres sensibles son inseparables. ¿En que otro lugar podríais encontrar una prueba? ¿Lo comprendéis? ¿No estáis ahora mismo arqueando las cejas y parpadeando? Si veis a través de lo que habéis comprendido con la vista y el oído, jamás dudareis de las palabras de los viejos maestros.

Segun: Francis Dojun Cook (2006): Denkoroku (Cronicas de la transmisión de la luz) Maestro Keizan.

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