REGLAS

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Visto desde este instante, desde el Aquí y Ahora, se puede decir que como en el universo no existe nada que no fuese este instante, tampoco nuestros sueños, nuestros ideales ni nuestras esperanzas jamás dejan de existir. Y a partir de este instante incluso podemos ir más allá e incluso sostener, que porque nuestros ideales y nuestras esperanzas jamás dejan de existir, tampoco el despertar a la inmaculada realidad es algo que conoce fin. El despertar a este instante que nos hace implicarnos cuando hay que hacerlo y que nos exige ser responsables manteniendo nuestra integridad. La integridad que en el budismo Zen equivale a la paz.

Parecido a los murales que hoy todavía se pueden apreciar sobretodo en las zonas urbanas y que desde siempre han sido una forma de expresión muy particular del arte popular. No solo porque desde siempre han llenado de múltiples colores la calles de las ciudades. Ni tampoco porque muchas veces se han prestado como instrumento alternativo para la agitación popular, ni tampoco solo porque han burlado la hegemonía de aquellos que controlaban la comunicación convencional. Sino que sobretodo porque desde siempre ha sido una manera pacifica de implicarse en la vida social.

De manera parecida como también lo hace el budismo Zen en la vida cotidiana, ya que también en la práctica del Zen siempre llega el momento en cual nos toca implicarnos. Llega el momento en el que nos tenemos que implicar ya por el simple hecho de que abandonar la perspectiva del observador para hacerse uno con lo observado requiere implicarse. Y como implicarse muchas veces significa abandonar nuestra opinión personal en la cual nos decimos “todo ya se andará, por que después de tiempos malos tienen que venir otros mejores” la pregunta que surge entonces es ¿cómo proteger la paz y a la vez conservar nuestra dignidad? O con otras palabras ¿cómo proteger la paz sin alterar nuestra paz interior?

Preguntas de gran importancia tanto en nuestra práctica como en la vida social. Preguntas de las cuales han nacido las leyes en lo social y las reglas de conducta en nuestra practica del Zen. Así, las reglas nos ayudan por ejemplo a actualizar la memoria hacia el hecho que aceptar lo diferente es imprescindible si lo que se quiere es realizar la paz y la comprensión. Y reglas que nos desvelan que aceptar lo diferente es incluso una necesidad. Sobretodo si tomamos en cuenta que ya que todos los seres y cosas son parte de nosotros mismos, aceptar aquello que creemos diferente en realidad significa aceptarnos a nosotros mismos.

Todo lo dicho hasta ahora es valido cuando practicamos de manera entregada y sincera. Pero ¿que sucede si a pesar de todo nuestro esfuerzo llegamos a la conclusión que hagamos lo que hagamos simplemente no es posible armonizarse con los demás?, ¿si llegamos a la conclusión que a pesar de todos nuestros esfuerzos por dejar que la paz en nuestro interior se exprese también en lo exterior, el otro no acepta lo diferente, tal vez simplemente por que no lo puede aceptar? Es en momentos como estos, es cuando se expresa toda nuestra comprensión sobre lo que significa vivir la vida desde el Aquí y Ahora. Pues en momentos como estos podemos aprender a encontrar nuestras propias respuestas en cuanto a lo que significa proteger la paz sin alterar la paz. Respuestas que nos obligan a poner en practica lo que hemos aprendido de nuestros profesores y que en ultima instancia nos dicen que las reglas no nos liberan de nuestra responsabilidad de practicar nosotros mismos la atención pues si la manipulación está presente en el interior por supuesto que lo estará también en el exterior.

Ósea que debemos aprender nosotros mismos a saber que está bien y que es lo que no lo está. Tenemos que ganar absoluta claridad sobre el hecho que toda pieza es clave en un sistema. Que por eso somos responsables lo queramos o no y que incluso no es posible abstenerse de la responsabilidad. Imposible. Y menos aun vale decir: “Este todavía no ha entendido, que aquí nosotros somos los buenos”. Si llegamos a esa conclusión, es porque manipulados todavía no hemos comprendido aun un punto importante del Buda Dharma, pues no solo que dividimos entre nosotros y otros sino que equivale a decir “La meta justifica los métodos” lo que implica una separación entre ahora y un momento supuestamente mejor. Por eso es tan importante esforzarse hasta comprender sin que quede duda alguna: el pasado ya ha pasado. El futuro aun no esta. Aquí y Ahora es el único instante en el cual ocurre la vida. Y porque todo termina y todo comienza en este instante, cuando hacemos algo mal todo en nuestra vida esta mal y por lo contrario cuando hacemos algo bien, todo en nuestra vida esta bien.

Así las reglas en la practica nos dicen también que no hay nadie ni nada que nos pueda liberar de nuestra responsabilidad. Solo nosotros mismos podemos salvarnos a nosotros mismos. Practicando en este momento la justa atención e implicándonos en nuestras vidas y dándole vida al mensaje de paz que conlleva la práctica del Zen. Parecido a la actividad de aquellos muralistas que todos los días siguen dandole una nueva cara nuestra ciudad.

Nota: debido al sesshin de gratitud que se llevará a cabo entre el 28 de febrero y el 3 de marzo, retomaremos la actividad de este blog dentro de algunas semanas.

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Una Respuesta a REGLAS

  1. Rossana dice:

    testing comments

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