ARTE Y ZEN

La captura fotografica del exacto instante en el cual el agua pintada de negro se transforma en sumi-ê – Shinichi Maruyama


Fotos del Blog: http://monjaisshin.wordpress.com

El maestro Daisetz Suzuki decía que el Zen es encontrar la fuerza autentica e ilimitada en la profundidades del ser y al obedecer a esa energía creadora, llegar a ser activo. Tal vez sea esta una explicación muy buena porque desde siempre el espíritu del Zen se ha encontrado expresado de la diferentes maneras artísticas. Y es que el arte y el Zen tienen muchos puntos en común y uno de ellos es que sin práctica no hay ni realización ni transmisión. En cuanto a la realización este aspecto queda en el arte muy claro: sin un tono que sea tocado no hay melodía, sin que el pincel toque la tela no hay pintura o sin que la greda sea trabajada no hay cuenco. Y en nuestra práctica también: sin que se tome la postura de Zazen el Zen no existe.

Algo parecido resulta también en cuanto a la transmisión. En la música por ejemplo sin que las notas se dejen sobre papel no es posible transmitir una obra. Y las similitudes del arte con el Zen van incluso van mas aya: en la historia de su transmisión y reproducción tanto el arte como el Zen han sido transmitidos a través de la relación maestro discípulo, que en los diferentes ramos artísticos se establecía como una especie de entrenamiento de los discípulos y que ayudaba a los maestros a divulgar sus obras.

Pero hoy en día encontramos otra similitud entre el arte y el Zen y que es tal vez la que mas conmueve a sus practicantes: la pregunta si se pierde la esencia, la originalidad o la autenticidad de una obra con la reproducción masiva o con los nuevos medios de comunicación, así como lo es por ejemplo internet.

Esta pregunta surge esencialmente por dos razones: la primera porque en el caso de la reproducción técnica y masiva tanto el arte como el Zen se mueven en dirección hacia el receptor. La radio por ejemplo lleva la música hasta el domicilio del oyente, que de manera original seria tocada en una sala de conciertos o en un lugar parecido. Por lo tanto se podría decir que el arte se degrada porque la calidad de recepción de quien escucha por la radio es inferior al de alguien que se encuentra en una sala de conciertos. Ademas se asume que alguien que escucha por la radio hace menos esfuerzo para poder escuchar la obra y por lo tanto tal vez por esa razón aprecie menos la obra. Y así cada artista se pregunta: ¿hasta que punto se puede transmitir la originalidad, la autenticidad de una obra al publico sin que este tenga un contacto real con ella?

En el Zen se dice que la acción es la realidad, las palabras solo una opinión. Para dar un ejemplo: el Mokugyo juega un papel esencial en nuestra práctica de recitación de los sutras. Por lo tanto el valor del Mukugyo consiste primero en el ser un instrumento para la práctica religiosa y mucho después (si es que) como un objeto estético. Si a este instrumento le sacamos una foto, a partir del punto de vista de nuestra practica el valor del Mukugyo real no es comparable con la fotografía que le retrata. ¿Pero por que comparar? ¿De donde sale la conclusión de que no se debería divulgar la fotografía del Mokugyo porque la fotografía nunca llegara a representar el valor real del Mokugyo? ¿No se trata mas bien solo de un paso mas dentro de un proceso de crecimiento? La historia demuestra que la divulgación masiva no significa una degradación del arte si se acepta como lo que es: solo un aspecto mas del arte. La reproducción masiva tiene sus propias características y una de ellas es de darle acceso a mas personas a siquiera percibir lo que podría ser la propia acción artística. Visto así el arte que se divulga por los medios de comunicación de consumo masivo, como por internet, puede contener también un mensaje emancipatorio y de liberación.

Muchos practicantes del Zen opinan que las imágenes o los conceptos con los cuales el ser humano describe el mundo no sirven para experimentar la realidad. Hasta cierto punto esto es verdad pero ¿no existe en el Dharma también una parte abstracta e espiritual? ¿como podría ser explicado el Dharma si no existiesen las palabras y las imágenes? El maestro Dogen acentúa en en Shobogenzo muchas veces que todo se trata de la unidad de lo concreto con lo abstracto. O sea que las interpretaciones que hacemos de la realidad, también son parte de la verdad. Así, ¿como se podría apreciar lo que es el arte, si no se tiene una noción clara de lo que es? Lo mismo vale también para el Zen, donde para tener una noción clara de lo que es la verdad, tanto el esfuerzo físico como el intelectual son necesarios. Por esta razón que el maestro Dogen dice que lo que es la verdad se aprende con el cuerpo y con el espíritu y cuando se separan estos dos métodos el uno del otro, solo se hace por razónes didácticas.

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2 Respuestas a ARTE Y ZEN

  1. meiyo dice:

    Gracias Roberto por el comentario. Damos la bienvenida y agradecemos todo aporte fotográfico para la realización de este blog. Quien decida enviarnos fotografías le rogamos enviar su material a la siguiente dirección electrónica: meiyo@gmx.net Gassho.

  2. Roberto dice:

    Maravillosas las fotografías. En ellas podemos apreciar de manera exacta la perfecta union entre el instante (del gesto) y la eternidad (o su sugerencia, a traves de la obra de arte, que atrapa un momento efimero haciendolo eterno). Muchas gracias por este blog y por el regalo de estas fotografías más alla de las palabras.

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