10. ASENTARSE JUSTO AQUÍ MISMO

GAKUDÔ – YÔJINSHÛ / Maestro Dogen

Mi cabaña está en lo más profundo del bosque, cada año las malas hierbas crecen más recias. Sin noticias de los asuntos del mundo. A veces el canto lejano de un leñador. El sol brilla y remiendo mi ropa. Cuando sale la luna, leo poemas zen. No tengo nada que deciros, amigos míos, pero si queréis comprender, dejad de correr tras tantas cosas. Daigu Ryokan

Existen dos consideraciones que se deben tomar en cuenta al determinar como colocar el cuerpo y la mente. La primera es aprender con un maestro y escuchar la enseñanza. La otra es poner toda tu energía en Zazen. Si escuchas el Dharma, permítele a tu espíritu a que se desarrolle libremente. La práctica de Zazen emplea la práctica y la realización tan libremente como alguien cuando utiliza la mano derecha o la izquierda. Por eso para alcanzar la vía de Buda no deberías descartar ninguna de ellas. Si lo haces, nunca conseguirás apoyarte sobre la Vía del Buda.

Todo el mundo tiene un cuerpo espíritu. La habilidades varían entre el fuerte y el débil, entre los que dan mas y los que dan menos. En movimiento o en el silencio, deberías realizar lo que es Buda directamente sin ninguna otra cosa que no sea tu cuerpo y tu mente. Esto es aceptar la Vía. No intentes cambiar tu mente o tu cuerpo. Solo sigue la realización del otro (del verdadero maestro). A esto se le llama estar aquí o asentarse. Como solo sigues al otro (a tu maestro), estas libre de tus opiniones del pasado. Dado que te asientas justo aquí, no buscas otro nido.

Según: Heart of Zen, Practice without Gaining-mind. Publicado por Soto-shu Shumucho. traducción al ingles de Shohaku Okumura Roshi

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