¿Que es la transparencia desde el punto de vista del Zen? Tal vez la corriente de la vida que no conoce forma fija, que fluye sin cesar y es transparente como un cristal.
Aun así, visto desde lo social la transparencia es uno de los temas más debatidos en la sociedad. Esto porque la transparencia aunque de naturaleza nítida y clara, en un contexto social muchas veces es discutida como si estuviese estrechamente ligada a la seguridad. La seguridad que aunque no sea una situación o un sentimiento que depende de alguna situación exterior o de algún sentimiento interior, ya desde la epoca medieval viene siendo utilizada como instrumento de control. Pues desde entonces ya que en nombre de la seguridad se establecen acuerdos, se declaran guerras, o se incrementa el arsenal militar. Ósea que la seguridad se presta como instrumento de control social que justifica el orden y en determinados casos incluso la aplicación del poder. Tal vez fueron estas las conclusiones que llevaron a autores como Orson Walles o Aldous Huxley a escribir sus novelas „1984“ o „Brave New World – Un mundo feliz“ en las que describen sociedades que proclaman la transparencia social como el máximo ideal para asegurar la paz y la libertad, pero también para indoctrinar dicho ideal.
Hoy, después de haber dejado atrás las guerras mundiales, el holocausto y las dictaduras, y viviendo en democracias consolidadas una situación imposible que se de podríamos pensar, pero aun así de innegable actualidad. Y esto porque la seguridad y la transparencia, al igual que en el pasado, siguen siendo argumentos para justificar el castigo y el control. Esta es la conclusión a la que llegamos cuando observamos la discusión que ha generado la exigencia de más transparencia con el fin de aumentar la seguridad. Pues en nombre de la seguridad y la transparencia se sacrifica cualquier derecho individual. O eso es por lo menos lo que nos comenta la facilidad con la que se puede acceder a nuestra información personal sea a través de Internet o por nuestro celular mediante medios como Facebook, Skype o Email que por un lado nos conectan a mundos lejanos que creemos exteriores, pero que con todo “Like” también exponen toda nuestra vida personal. Nos hacemos transparentes, mas accesibles, pero también más controlables para la maquina de consumo y en cuanto al poder. Y podríamos decir que esto no es ni bueno ni malo si no hay nada que esconder, pero ¡que fácil es desestabilizar la seguridad!. Solo basta con que alguien que se encuentre en determinada posición y acuse a otro con no cumplir con el código moral impuesto por la mayoría para crear desconfianza y poner en movimiento el aparato de castigo y control. Es así como cualquier sistema social, a partir de la necesidad de seguridad y transparencia, se convierte en un sistema de control.
Llegando a este punto nos podríamos preguntar ¿de donde viene el afán por querer controlar lo incontrolable? ¿De donde nace la intención de querer atrapar lo que no tiene raíz, como el agua, el fuego, la tierra, o el viento?. La única respuesta que encontramos es el temor.
El miedo, podríamos decir, es un sentimiento legitimo en toda sociedad y que innegablemente existe, entonces ¿cual podría ser la alternativa a la exigencia de transparencia en la sociedad, para que se entiendan las necesidades tanto de aquellos que sienten temor como de aquellos que se oponen al control? Tal vez un sentimiento tan antiguo como la humanidad: la confianza. La confianza que nace del individuo consciente de que el método más eficaz para establecer la seguridad es el dialogo y la comprensión. Confiando en el hecho que no hay separación entre uno y los demás. La confianza que nos permite abrir los ojos a la realidad social en la que vivimos y nos permite preguntarnos:
¿Que seria de la vida de los mas necesitados de nuestra sociedad como los ancianos en su etapa terminal o las personas que padecen de enfermedades mentales o los discapacitados físicos, sin el progreso tecnológico que hemos logrado hasta hoy? Pues eso es lo que nos indica la medicina paliativa actual que ha llegado a posibilitarle a tantas personas la ultima etapa de vida libre de dolor. Una etapa de plena vulnerabilidad y en la que el paciente no tiene otra opción que entregarse con plena confianza a quien esta dando por su bien lo mejor de si. O también las innumerables mejoras que se han conseguido en cuanto a la participación social de personas con deficiencias mentales o físicas.
Ósea que una vez más queda demostrada la necesidad de la practica de la atención. Porque así como nos demuestran fenómenos como la seguridad o la transparencia todo lo vemos desde nuestra perspectiva karmica y selectiva. En todo vemos o un peligro o vemos un avance hacia el bien.
Así que es necesario ir más allá. Es imprescindible practicar la atención hasta llegar hasta donde todo es transparente porque no hay distinción entre lo exterior o interior. Un lugar que nos dice que la transparencia o la seguridad cuando se exigen siempre es porque hay una intención de control y un miedo detrás y deberíamos ser cautos en respecto a quien las exige. Y un lugar que nos dice también que ante los prejuicios la mejor medicina es la practica de la atención combinada con la convicción que la separación es una ilusión. Pues esto es lo que puede ser la transparencia también: Una corriente que no conoce exterior o interior porque fluye en todo instante y que es transparente como un cristal. ¿Dónde podría haber ahí espacio para cualquier discriminación?
