PULIR UNA TEJA

Hablar o callar.
Glicinias o árboles.
Comida para los burros y comida para los caballos.
El agua es clara y las nubes son transparentes. – Dogen Zenji

Una vez mientras Baso estaba haciendo zazen, su maestro Nangaku le preguntó:


– ¿Qué haces?
– Estoy haciendo zazen.
– ¿Por qué haces zazen?
– Para llegar a ser Buda
– Entonces Nangaku cojio una teja y empezó a pulirla. Baso le preguntó:
– ¿Maestro que estas haciendo? ¿Por qué estas puliendo esa teja?
– ¡Quiero hacer de ella un espejo!
– ¡Pero, maestro… nunca lo conseguirás! ¿Cómo se puede hacer de una teja un espejo?
– ¿Y como puede uno llegar a ser Buda practicando zazen? Replicó Nangaku.

Esta historia es muy fácil de malinterpretar. No es que zazen no sea esencial para alcanzar el Despertar. No es que no debamos esforzarnos para alcanzar el Despertar. Tanto Nangaku como todos los maestros de la transmisión han practicado zazen de la misma manera que Baso solo que es importante practicar sin tener meta ni objetivo. Profundizando de esta manera se puede comprender que el espíritu de aquí y hora es Buda. En la práctica de Shikantaza no hay separación entre «yo» y Buda.

Según el maestro Dogen, en este contexto, el pulir una teja y querer hacer un espejo de ella es la práctica de todos los Budas y ancestros y profundiza:

“Tienen que comprender verdaderamente lo siguiente: cuando por medio del pulir, una teja se convierte en espejo, Baso se convierte en Buda. Cuando Baso se convierte en Buda, este se convierte a la vez inmediatamente en Baso. Y cuando Baso se convierte realmente en Baso, zazen se convierte en zazen. Por eso todos los Budas y ancestros han cuidado con su huesos y su medula “el pulir una teja” – para hacer de ella un espejo. Y por eso existe el espejo eterno que se transformó de teja en espejo.
Este espejo jamás tuvo manchas, ni en el pasado ni mientras que lo han pulido. Una teja no es sucia y ustedes pulen una teja así como se pule una teja. Con este hecho realizamos las virtudes que hacen de una teja un espejo y es justamente este el esfuerzo de todos los Budas y ancestros. Si del pulir una teja no resulta un espejo tampoco puede resultar un espejo del pulir un espejo. ¿Quién podría saber que en este hecho ambos se realizan, tanto el convertirse en un espejo como en un Buda?

Por otra parte podrían dudar al suponer equivocadamente que están puliendo una teja mientras que están puliendo el eterno espejo. Pero el tiempo en el cual están puliendo es vuestra verdadera vida; y en otro tiempo esto jamás podría ser realizado. Dado que las palabras de Nangaku deben ser la expresión perfecta de la verdad, puede ser que del pulir una teja realmente surja un espejo. También los seres humanos de hoy deberían tomar una teja y pulirla. Seguro que resultaran espejos de ella.

Cuando de las tejas no resultan espejos los seres humanos no pueden convertirse en Budas. Cuando decimos que las tejas son simples trozos de barro, podemos decir que también los seres son solo trozos de barro. Si nosotros seres humanos tenemos un espíritu, tenemos que tener también una teja. ¿Quién puede verdaderamente reconocer que existe un espejo en el cual se refleja una teja cuando llega una teja? ¿Y quien puede verdaderamente reconocer que hay un espejo, en el cual se refleja un espejo, cuando llega un espejo?”.

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