PERSPECTIVA

Matas, reflejos,

Flores sobre el agua.

¿Qué les separa?

Se dice que pueden haber hasta 84.000 sueños en una sola noche. Caminaba por la árida y caliente arena de un inmenso desierto y sentía al sol como un gran ser radiante pero a la vez indiferente. Un sol al cual a pesar del calor que me provocaba le daba igual si estuviese perdido o si volvía a encontrar mi rumbo. Para quien las discusiones y las luchas de los humanos sobre la tierra no tenían importancia. Para el cual la historia eran solo meros datos y la naturaleza solo uno dentro de tantos e infinitos sucesos. Imposible no sentirme insignificante. Y aun asi nunca me sentí del todo perdido pues nunca sentí que ya no había esperanza. Me decía a mí mismo: quizas sea verdad, cuando mas perdidos nos creemos es cuando mas cerca estamos de encontrarnos a nosotros mismos. Al despertar, concluí que todo depende de la postura que adoptemos y comprendí que desde una determinada perspectiva hasta los sueños y las palabras pueden convertirse en una gran ayuda cuando se trata de dejar de necesitar de ser falsos. 

Y es que visto desde la perspectiva de la naturaleza simplemente no apreciamos este hermoso y maravilloso mundo en el que vivimos. No comprendemos que todo aquello que siempre hemos buscado siempre a estado en ella: la abundancia, la paz, el silencio, el amor, la comprensión, el equilibrio. ¿Que sucediese si llegásemos a la conclusión que nosotros mismos somos las suaves piedras desgastadas por el arroyo, el antiguo árbol que crece en el bosque milenario, los animales, el calor, el viento, la hoja, la rama, la primavera que todos tanto amamos? ¿Que si el „hombre o mujer de la tierra“ fuese mucho mas que solo una metáfora y la tierra fuésemos verdaderamente nosotros mismos? ¿No significaría que todo aquello que siempre hemos estado buscando afuera, ya desde siempre ha estado en nosotros mismos? Desde esta perspectiva, como avergüenza la palabra „primitivo“. ¿Quien es aquí el primitivo, quien cuida de la naturaleza o quien la destruye? Si, cuando mas perdidos nos sentimos mas cerca estamos de encontrarnos a nosotros mismos. Es como el desilusionarse. Despertarnos de una ilusión puede ser por una parte doloroso pero por otra tiene la potencialidad de hacernos ver toda la belleza de aquello que antes percibíamos como insignificante. Volvemos a ver la brillantez en lo ordinario. Lo sagrado en lo mundano. Lo mundano en lo sagrado. 

Desde la perspectiva de alguien que cree estar cruzando un desierto de ilusiones, toda mentira puede parecer un peligro insondable. Pero aun así, también es verdad que las mentiras, absolutamente todas ellas, tienen las patas cortas. O cojean por algún lado. A partir de ahí, podríamos decir incluso que no esta nada mal si un sueño se fastidia pues si se desvanece es porque no era ni más ni menos que solo un sueño. Lo que si, hay mentiras encubiertas en minuciosamente elaboras ideologías por lo que hemos de instruirnos en detectarlas. Hemos de aprender que la neutralidad representa un gran problema cuando afirma dos posiciones como equivalentes en cuanto a derechos cuando en realidad no las son. Que la igualdad de derechos debe practicarse sobre un escenario libre de cualquier comparación ya que comparar en un contexto cultural no solo no aporta conocimiento alguno sino que obstruye lo autentico de cada perspectiva. Y no solo obstruye lo autentico sino que se presta como herramienta de dominio creando nuevas categorías morales sobre lo correcto y lo incorrecto, sobre el bien y el mal, sobre lo inferior y lo superior, sobre la mentira y la verdad. Me pregunto cual podría ser el efecto de estas conclusiones sobre la sociedad en la que vivimos, sobre la politica ambiental, sobre la economía y nuevamente comienzo a sentir que me estoy perdiendo.

Cuando yo mismo creo estar cruzando un desierto de ilusiones intento de hacerlo lo mas consciente posible. Intento dejar detras mio no solo los dictámenes de otros sino que incluso mis propias opiniones, mis propias perspectivas. Abandono las comparaciones como cualquier otra forma de rechazo o apego y de esta manera vuelvo a mi propia fuente, que no es otra cosa que mi propia respiración y mi propia postura. Ahí donde se distingue con claridad el pensamiento discursivo de la indagación genuina. Ahí donde se manifiesta la impermanencia que en todo radica al igual que la ausencia de una existencia separada. Donde el yo se diluye en la naturaleza pero esta no lo absorbe pues la esencia de la naturaleza misma es el millar de cosas. Donde de esta manera la naturaleza se evidencia como la única identidad posible…

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