MIEDOS


No creas que practicas dentro de la vida y la muerte. Tu práctica misma es la vida y la muerte – Kodo Sawaki

Tanto en la sociedad como a nivel individual el miedo tiene diferentes maneras de expresarse. De eso dejan constancia por ejemplo las fobias colectivas como más recientemente la fiebre porcina lo demuestra o a nivel individual los diferentes sufrimientos mentales. Por otra parte el miedo juega también un papel importante en el desarrollo sano de la vida de un individuo al ser un sentimiento que tiene la función de sensibilizar los sentidos para así poder reaccionar más rápido en cuanto a situaciones de peligro dado que en estas situaciones nuestros sentidos se encuentran en estado de plena atención. Así por lo general recién cuando se da una perdida de control a través del miedo que hoy en día comenzamos a hablar de un desequilibrio. En nuestra practica afrontamos el miedo de una manera diferente y a partir de una comprensión de la salud como el equilibrio entre el cuerpo y el espíritu nos preguntamos ¿no será que este desequilibrio se presenta mucho antes de que se pierda el control? Y así nos preguntamos también ¿Qué significa equilibrio en cuanto al miedo?

Un tema que expone con mucha claridad la comprensión budista sobre el miedo es la pregunta sobre la vida y la muerte. Es a través de esta enseñanza como nos damos cuenta que no puede haber un verdadero equilibrio si nos apegamos solo a la vida. Por lo general en la vida cotidiana tendemos a reprimir cualquier pensamiento sobre la muerte porque nos incomoda e incluso podemos llegar a sostener que no le tememos a la muerte porque la percibimos muy distante e irreal. Pero donde existe apego existe también el miedo. Entonces ¿puede haber un verdadero equilibrio si no se ha llegado a aceptar la muerte como parte de la vida? ¿Y que significa esto en la vida cotidiana?

A través de nuestra práctica de Zazen reconocemos que el problema fundamental del ser humano es apegarse a la vida y rechazar la muerte. Entonces el verdadero desequilibrio comienza justamente ahí: cuando nos apegamos a un solo aspecto, cuando pensamos que la muerte existe fuera de la vida. Para aclarar aun más este tema los maestros invitan a tomar la perspectiva de un muerto porque es recién entonces, cuando soltamos el apego a lo que pensamos que es la vida, cuando más aprendemos a apreciarla.

En el Shobogenzo Shoji el maestro Dogen profundiza sobre el tema de la vida y la muerte:
«Es una equivocación pensar que la vida va desde el nacimiento hasta la muerte. “Vivir” es la secuencia de un instante; existía un instante anterior y va a haber un instante después. Por eso decimos en el Buda Dharma, que ser nacido no es otra cosa que no-ser nacido. Por eso en el tiempo al que nosotros llamamos “vida”, no hay ninguna otra cosa que la vida, y en el tiempo que nosotros llamamos “muerte” no hay ninguna otra cosa que la muerte. De esto concluimos: cuando vivimos, es la vida todo lo que existe y cuando morimos es morir todo lo que existe. Cuando la vida viene no es otra cosa que la vida y cuando viene la muerte no es otra cosa que la muerte. No deberíais decir que sois esclavos de la muerte y no deberíais desear que la vida llegue. Esta vida y muerte que se manifiesta actualmente es la honorable vida del Buda. Si la odiáis o la rechazáis, perdéis justamente esta vida honorable del Buda, y si os apegáis a ella, también perdéis la vida honorable de Buda. Limitaos simplemente a la condición actual de Buda. Si en el corazón dejáis de sentir rechazo o afecto, sentiréis por primera vez el espíritu de Buda. No deberíais explicarlo con el intelecto o expresarlo con las palabras. Abandonad simplemente vuestro cuerpo-espíritu y arrojadlos dentro de la casa del Buda y a partir del lado de Buda se activaran. Si continuáis con esta actividad sin cansar vuestro espíritu ni empleando fuerza alguna, os liberareis de la vida y la muerte y seréis Budas. ¿Quién querría permanecer entonces en el propio espíritu?»

Entonces a partir de la comprensión del Dharma del maestro Dogen, aceptar la vida y la muerte significa también aceptar incondicionalmente que lo único que existe es este instante. Y a partir de ahí comprendemos que aquí y ahora en realidad significa todo el universo y que en realidad todo el universo es nuestro hogar y si esto es así en realidad el vagabundear por el mundo de la ilusión no es un problema sino que nuestra practica misma.
Al llegar a este punto nos damos cuenta lo valioso que es perdurar en la práctica, porque el valor de las cosas va cambiando en función a nuestra madurez y llegamos a preguntarnos ¿Que valor tiene la expectativa de poder vivir cien años ante la posibilidad de experimentar la vida eterna en este instante?

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