METÁFORAS

Cual es ella esencia del satori de Bodhidharma? Es el estado donde el que oye y los sonidos son solo uno.

“La noche pasada, a media noche, la luna entró por mi ventana”. Con estas palabras el maestro Joshu expresa la simple maravilla de la realidad en palabras. Una maravilla que en realidad no se limita a un acto especial sino que se expresa en todo acto de nuestra vida por mas simple que sea.

En el Budismo muchas veces escuchamos decir que hay que abandonar el mundo de las palabras para llegar a la comprensión donde lo relativo con lo absoluto se fusionan. ¿Pero por que se sugiere el abandono de las palabras? Tal vez no sea debido a la imposibilidad de expresar la realidad a través de las palabras si no por la manera como percibimos las palabras.

El la literatura y especialmente en la poesía existen diferentes maneras de liberar las palabras del mundo racional y conceptual mezclando lo lógico con imágenes. Esta fusión hace muchas veces posible superar lo que separa el mundo material de lo no material. Una forma literaria que se aplica para conseguirlo, son las metáforas.

Un niño le pregunta a su padre:
– ¿Papá que son las metáforas?
-Hijo no sabría explicártelo, mejor tomemos un ejemplo:
– ¿qué es un espejo?
– algo en lo que estamos otra vez, responde el niño.
– ¿Qué es una estrella?
– una luz muy lejana
– ¿Qué es un libro?
– Un atado de palabras
– ¿Qué es la luna?
– Una cosa grade y redonda en el cielo.
– Esas son metáforas.

Por lo tanto las metáforas no son solo ornamentos del idioma sino que la manera mas directa de acercarse a la verdad con palabras. Aun así, las palabras del maestro Jushin: “La noche pasada, a media noche, la luna entró por mi ventana” van incluso mas allá. Esto porque sus palabras apuntan a un hecho real abandonando así el mundo de los pensamientos.

En el Zen, muchos maestros incluso rechazan completamente el mundo de las palabras. Esto porque la esencia de la realidad la podemos encontrar en toda acción, en todo sonido y no solo al escuchar palabras. El maestro Jushin dice: “La noche pasada, a media noche, la luna entró por mi ventana” y nos preguntamos: ¿Qué es lo que se requiere para comprender el verdadero sentido de sus palabras? Tal vez lo único que se requiera verdaderamente es estar plenamente presentes en este instante habiendo abandonando cualquier estado de expectación. De esta manera inconscientemente y naturalmente nos hacemos uno con cada momento. Y al hacerlo, abandonamos tanto el rechazo como el apego sin tener que apelar a la conciencia o a cualquier concepto de moral. De esta manera apreciamos la vida en todas sus expresiones y de instante a instante, siguiendo el flujo de causa y condiciones y hacemos lo que tenemos que hacer en armonía con cada instante. Es así como la luna puede entrar por la ventana de cualquiera de nosotros.

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