ECO

SONY DSC
Antes de caer
todos los días son de sol
¡dulce manzana!

Querid@s amig@s,

Todavía se siente el eco de la charla Dharma “La meditación para el hombre y la mujer del Siglo XXI. Tradición y Actualidad” así como la sesshin de invierno en el Zendo de Santo Domingo. Todo nuestro agradecimiento especialmente a aquellas personas que con su aporte personal contribuyeron a que todo se diera de manera tan propicia. El auditorio de La Gran Logia se llenó y la charla fue acogida con gran interés. La sesshin fue atendida por representantes de los diferentes grupos de práctica de Chile así como algunos prácticantes de otros paises de Latinoamerica y entre todos logramos practicar como si fuesemos un solo cuerpo, una y la misma mente. Así a todos nos quedó claro que debemos continuar por esta via y hemos decidido que el proximo sesshin será de 5 dias y que este se llevará a cabo en Febrero del 2015. Desde ya queda toda persona cordialmente invitada que sinceramente desee practicar la vía que enseña a apreciar la vida y a encontrar el verdadero Ser.

Tal vez un fiel reflejo de lo que significaron los días que hemos compartido con Saikawa Roshi en su estadía en Chile sean sus enseñanzas. Enseñanzas que están en la línea de todos los maestros ancestrales de la escuela Soto Zen desde Buda Shakyamuni hasta ahora y que así demuestran una vez más que en la práctica de solo sentarse, Aquí y Ahora conlleva tanto la actualidad como la tradición. Sin más les dejamos aquí con la transcripción escrita de la charla oral impartida por Dosho Saikawa Roshi el día 11 de Julio en el Club de la República de Chile:

Primero quisiera agradecerle a Sergio Fritz por invitarnos a dar aquí esta charla.

Esta es mi segunda vez en Chile. La primera vez sólo guié un zazenkai y no tuve tiempo para hablar en público como lo estoy haciendo ahora. Entonces ya pude comprobar que en Chile existen varios grupos de zazen o comunidades budistas que divulgan el Dharma al igual que en casi todo el mundo donde hay tanta gente que sigue las enseñanzas del Buda. En estos momentos estoy viviendo en Brasil que como Chile es un país cristiano, pero aun así hay mucha gente que viene a mi templo a sentarse y a experimentar lo que es la meditación. Yo creo que es posible practicar el budismo zen más allá de cualquiera creencia religiosa, porque la meditación zen es el camino para ver nuestro verdadero Ser y apreciar la vida. Para sentarse en zazen es suficiente con acreditar que uno existe aquí mismo sin requerir ninguna otra cosa más.

Aun así, si hablamos de zen tenemos que hablar de las enseñanzas de Buda Shakyamuni, que al igual que nosotros, nació como ser humano. Lo único que le distinguía era su deseo ferviente de liberarse del sufrimiento, de todo el sufrimiento que padecemos. Por lo que practicó muchos años y cuando se iluminó su primer anunció fue: “¡Que maravilloso, que maravilloso, yo y la gran tierra, junto a todos los seres sensibles simultáneamente nos hemos iluminado!”

Yo creo que este primer anuncio, esta primera proclamación, es tal vez la más importante, ya que no dijo que solamente el había experimentado la iluminación, sino que todas las cosas, todos los seres la habían alcanzado simultáneamente junto a el. En otra ocasión, dijo que la razón por la que vivimos en la ilusión es porque pensamos. Lo que explica porque nuestra práctica del zen consiste en primer lugar en realizar nosotros mismos esta primera proclamación del Buda. Con otras palabras, nuestra práctica consiste en comprobar por nosotros mismos que en todo instante nos encontramos dentro de la iluminación. Es decir, es necesario descubrir lo que hay en el interior de nuestra ropa. Es necesario encontrar el verdadero Ser.

En la vida cotidiana aprendemos muchas cosas. Cosas como la capacidad de estudiar o la capacidad de adquirir muchos conocimientos, lo que significa tomar algo del exterior y adjuntarlo a nosotros. Es como si adquiriésemos algo y luego nos aferráramos a ello. Pero el camino de Buda o la práctica del zen implica reconocer el dualismo que desde ya se encuentra dentro de nosotros. Motivo por el cual la práctica del zen está recomendada para todo el mundo ya que practicarlo significa caminar sobre la senda hacia el verdadero Ser y sentarnos en zazen nos posibilita entrar cada vez más profundo dentro de nosotros mismos.

Durante la meditación aparecen muchas ideas, muchos recuerdos y pensamientos. Buenos recuerdos, malos recuerdos, buenas ideas, malas ideas. Pero sea lo que sea que aparezca en la mente, lo dejamos ir, sin tocar nada. Así practicando nos vamos dando cuenta que aunque muchas veces pensemos que nuestra mente es el verdadero ser, todo lo que aparece en la mente es sólo fruto de la actividad mental. Pues la mente no sabe qué va aparecer en el próximo momento. No sabemos qué es lo que va a suceder en el próximo instante. La memoria y las ideas funcionan por si solas, al igual que nuestro cuerpo funciona por sí mismo y no lo podemos parar. Al igual que no podemos parar de envejecer ni tampoco impedir que algún día nuestro cuerpo muera.

Mucha gente piensa que el cuerpo y la mente es nuestro verdadero Ser. Esto porque pensamos utilizando la mente y la mente es palabras, frases e imágenes. El Buda Shakyamuni también estuvo por mucho tiempo atrapado en el lenguaje pero finalmente se dio cuenta que la realidad está más allá del lenguaje. El lenguaje permite expresar lo bueno y lo malo, uno y los otros, adentro y afuera, sujeto y objeto, ganar y perder, lo grande y lo pequeño, la vida y la muerte. El dualismo que usa también la ciencia y la filosofía. Pero la vida está más allá del dualismo. Por ejemplo, utilizamos expresiones como: “Yo nací en 1949 ósea que tengo 65 años”. En la vida cotidiana está bien utilizar estas expresiones para comunicarse, pero esto no quita que sobre lo que estamos hablando ahora es la vida y la vida no nació en 1949. La vida sólo la hemos heredado a través del cuerpo de nuestra madre. No hay separación entre nuestra vida y la vida de nuestros antepasados. Incluso se puede decir que no hay división entre las cosas orgánicas e inorgánicas, por lo que está bien decir que la vida no nació. La ciencia intenta averiguar de dónde nació el universo, pero el universo no nació, el universo es un flujo continuo de energía. Así, desde este punto de vista más amplio, podemos decir incluso que nosotros no nacimos, lo que a la vez significa que tenemos la misma edad que nuestros abuelos o abuelas. Pero si decimos esta verdad absoluta de esta manera en la vida cotidiana, la sociedad reaccionara confundida. Ósea está bien decir: “He nacido en 1949 y tengo 65 años”.

Así también tenemos expresiones como: mi cuerpo, mi sangre, mis ojos, mis riñones. Pero si yo os doy mi sangre, esta sangre es vuestra sangre y si ustedes dan esta sangre a otra persona que yo no conozco, esta será la sangre de aquella persona que yo no conozco. Y si consideramos que mi cuerpo en realidad no tiene nombre, llegamos a la conclusión que si bien se puede utilizar la expresión “mi sangre” en la vida cotidiana, la verdad es que esta sangre es la sangre de todo el mundo y esta sangre esta ahora mismo aquí adentro de este cuerpo. Al igual que el riñón que es el riñón de todo el mundo y que está aquí mismo. Y así es posible trasplantar todas las partes de nuestro cuerpo. Es importante comprender este punto de vista si aspiramos a ver nuestro verdadero Ser. Cuando nos sentamos en zazen nos desprendemos de la nacionalidad, nos desprendemos del nombre, del género, del día de nacimiento y a partir de ahí nos preguntamos ¿quién o qué hizo esto? En el budismo lo que hace las cosas es la corriente de causa y efecto.

El lenguaje y las palabras están basados en el dualismo. Esto o lo otro, yo o los demás, sujeto u objeto, yo, mío, para mí, o tú, tuyo, para ti. A lo mejor pensarán que esta agua existe objetivamente, que la denotamos como (indicando hacia un vaso de agua) “Yo veo esta agua”. Pero si la bebo, esta agua se convierte en sujeto. Es decir, que en realidad no hay ninguna separación entre el objeto y el sujeto, entre uno mismo y los otros. La actividad mental y el lenguaje están basados justamente en esto, en la división entre uno mismo y los otros. Hay expresiones como: “Mi decisión”, “mi opinión”, “mi idea”, pero estas ideas no nacen de aquí sino que fueron recibidas a través de los periódicos, la televisión, la radio u otros. Sólo recibidas. Lo mismo que con el cuerpo, pues de la misma manera como no hay división entre mi opinión y la opinión de los demás, cuando el sonido existe, existe también quien escucha y cuando el objeto existe, existe también el sujeto. Cuando ven esto (apuntando hacia el incienso) el objeto y el sujeto son uno. Cuando sienten el olor del humo del incienso o cuando huelen ¿dónde existe el olor? ¿En el humo? ¿O aquí? ¿Y el frio y el calor? ¿Dónde existen? ¿Aquí o aquí? Cuando el objeto existe, existe el sujeto, cuando el sujeto existe, existe también el objeto. En este sentido tienen que ver realmente que no existe dicha división entre el objeto y el sujeto.

Cuando Buda Shakyamuni alcanzó la iluminación comprendió que el dualismo sólo se crea en la mente de los seres humanos y así se convirtió en aquel gran Ser, sin limitaciones. Pero en la vida cotidiana vivimos en sociedad y tenemos que hablar o argumentar desde solo una cara de la medalla, si lo queremos expresar así. Como saben en una cara de la medalla el precio está escrito. En esta cara las comparaciones y las estimaciones existen. Nuestra vida habitual consiste en vivir cien por ciento sumergidos en el dualismo. Pero si realmente desean salvarse a sí mismos, deben ver también la otra cara de la medalla, la que está más allá de las comparaciones y de las estimaciones. Como en el caso de nuestra verdadera edad. Si ven verdaderamente la otra cara de la medalla, se van a liberar. Es como con la metáfora que utilizo frecuentemente al pedirles que se conviertan en un espejo. En un espejo, lo que está adentro lo está siempre al cien por cien dentro. Pero lo que gente ignora es que justamente porque está completamente vacío el espejo puede contener en si todo el universo. Sin escoger, sin apegarse, el espejo recibe muchas cosas. Todas las cosas. Y así, sin rechazar nada, sin apegarse a nada puede liberarlo todo. Si ustedes se dan verdaderamente cuenta del hecho que ustedes mismos son como un espejo, se van a liberar. Un espejo no tiene nada, es vacío, pero al mismo tiempo lo contiene todo. Contiene todo el universo. La realidad está más allá del dualismo y el vacío lo contiene todo .El Sutra más importante del budismo el Maha Prajna Paramita Sutra dice que el vacío es lo mismo que tenerlo todo. Ni puro ni impuro, sin ganancia ni pérdida.

Zazen es verdaderamente un tesoro para los seres humanos. No sólo para liberarnos a nosotros mismos, sino también para invocar la paz y la armonía al diseminar estas enseñanzas. La comprensión intelectual no es suficiente, es importante comprender a través de vivencias reales. Sólo así comprenderán que la separación entre el objeto y el sujeto no existe. Es entonces cuando la verdadera compasión se manifiesta. Así se explica que si bien podemos comprender intelectualmente que tenemos la facultad de trasplantar cualquier órgano de nuestro cuerpo en otras personas, esto no es suficiente para desarrollar la compasión. Enseñamos zazen para que veamos por nosotros mismos a nuestro verdadero Ser intentando crear paz y armonía en el mundo.

Al principio yo decía que hay mucha gente que no quiere morir, que no quiere envejecer. Pero si despiertan al gran Ser que somos, todos estos problemas, todos estos sufrimientos desaparecerán. Esta es la liberación o la iluminación del budismo. El Buda Shakyamuni es lo mismo que nosotros. No un súper hombre, sino que una persona bien común pero que al ver más allá del lenguaje, más allá de la separación que implica el idioma, pudo salvarse a sí mismo.

Cuando uno se convierte verdaderamente en el gran Ser que uno realmente es, puede aceptar muchos problemas. Esto es como una gota que se convierte en océano. Nosotros tenemos un margen exterior, somos como una gota. Una gota puede tener diferentes colores, diferentes medidas, diferentes tamaños, pero si la gota vuelve al océano se vuelve el océano mismo. Para el océano hay grandes olas y pequeñas olas, olas altas y olas suaves. Lo mismo con el sufrimiento. Y este sufrimiento es también parte de aquel océano en cual el océano y olas son sólo una cosa. Pues en realidad todo es agua. A partir de esta comprensión, el problema o las preguntas desaparecen, cuando uno mismo se vuelve el océano.

Se dice que la práctica de zazen es buena también para la salud física y mental, ya que cuando nos sentamos en zazen diferentes olas aparecen en nuestra mente y producen serotonina. Ósea que la práctica Zazen de manera natural les hará más sanos. Pero el punto más importante en las enseñanzas de Shakyamuni Buda no es ese. Su intención no fue hacerse más sano mental o corporalmente, sino que salvarse a sí mismo. Lo más importante en nuestra vida es salvarnos a nosotros mismos y diseminar paz y harmonía en el mundo. Así que aquellos que están interesados en experimentar estas vivencias o desean comenzar a transmitir estas enseñanzas, por favor practiquen pues ya hay muchos grupos aquí en Chile.

Muchas Gracias.

Por favor no olviden que este blog se financia a través de donaciones. Todo aporte es bienvenido. Gassho

Marcar el Enlace permanente.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *