DUDAS


La vigilancia conduce a la inmortalidad; la falta de vigilancia conduce a la muerte. Los que permanecen vigilantes no mueren; los que no están atentos, ya han muerto – Dhammapada

“No asentéis vuestra comprensión en los libros ni tratéis de discernir lo espiritual basándoos en el conocimiento ordinario“ dice Keizan Zenji en su Teisho sobre la transmisión del Dharma del maestro Ubakikuta al maestro Daitaka. Una enseñanza que todos los maestros de nuestra tradición repiten una y otra vez porque ¿de que serviría una enseñanza sobre la no-dualidad sin que esta sea realizada con el cuerpo-y-espíritu?
Y como toda explicación del Dharma que se limita a la descripción, siempre estará describiendo una situación donde la relación entre el observador y lo observado perdura y por lo tanto también la dualidad perdura, dudamos.

Y las dudas en el Zen son de gran importancia y no necesariamente vemos estas dudas en oposición a una práctica honesta y entregada. Es mas: las dudas son el punto de partida para nuestra práctica. Especialmente al principio es importante cuestionarse todo: cuestionamos toda enseñanza, cuestionamos incluso toda palabra aunque lleve esta mas de dos mil años cursando y se le atribuya al mismísimo Buda. Y de esta manera cuestionamos también todo lo escrito en un Blog sobre el Budismo como este. Y es que a través de esta duda de lo que creemos exterior a nosotros, comenzamos a dudar también de nuestras opiniones, nuestros prejuicios. De esta manera son las dudas lo que nos conduce tal vez a cuestionarnos? ¿de donde vienen mis convicciones? o tal vez ¿qué soy yo si dejo de sostener cualquier convicción? Y mas allá: ¿quién es el que esta preguntando?

Así es de vital importancia cuestionarse sobre todo, encontrar nuestras propias respuestas pero también tenemos que tener claro que llega un punto en la práctica en el cual es necesario abandonar las dudas para dar un verdadero paso adelante. Porque si optamos por emprender la Vía del Buda tenemos que tener algo bien presente: si no hemos realizado la Vía aun, toda duda o toda respuesta que tengamos en cuanto al Dharma, siempre será solo una opinión. Y más allá ¿no es una opinión solo una manifestación del Karma? Todos decimos: creo en esto o en lo otro, deberíamos hacer esto o lo otro; esto esta bien, esto esta mal – ¿pero no son todas estas afirmaciones productos de nuestra recepción selectiva, aquella que nos hace pensar que tenemos elección? Si esto fuese así, si no hemos realizado la Vía aun, todas nuestras opiniones e interpretaciones sobre el Dharma, no serian más que Karma que fomenta la actividad karmica – y por lo tanto se oponen a la verdadera paz. Se oponen a la unión. En este sentido nos preguntamos ¿Qué mejor manera de fomentar la paz que desistiendo?. Desistiendo a tener la razón, desistiendo a vencer, desistiendo a ser el mejor, desistiendo al poder. Tal vez nos sorprenda cuando observemos que al desistir se abre un espacio nuevo. Un espacio en el cual es posible armonizarse con todo. ¿Y que sucede cuando nos armonizamos con todo? Tal vez podamos encontrar la paz suficiente en nuestro cuerpo-y-espíritu para hallar respuestas a preguntas como: ¿Qué es el aquí y ahora? ¿Qué es este instante?

Así, si después de haber encontrado respuestas a algunas dudas lo que queremos es practicar Shikantaza, por que comprendemos que a este instante no hay opción – debemos tener claro que es imprescindible seguir las instrucciones de un maestro de nuestra tradición. Esto ya por la simple razón de que en nuestra escuela del Zen Soto, la escuela fundada por los maestros Eihei Dogen y Keizan Jokin, toda enseñanza tiene un significado muy concreto. Por ejemplo a la pregunta ¿Qué es el aquí y ahora? el maestro Dogen en el Shobogenzo le dedica un capitulo completo que contiene centrales enseñanzas de nuestra práctica. En el capitulo “El espíritu de aquí y ahora es Buda” el maestro Dogen enseña tanto lo que según la comprensión budista el espíritu de Buda es así como lo que no es:

El Maestro Echu, Maestro Nacional Daisho, del gran Reino de Tang, le pregunta a un monje: – ¿De que dirección has venido?
El monje dice: – He venido del sur.
El Maestro dice: – ¿Que buenos consejeros hay en el sur?
El monje dice: – Los buenos consejeros son muy numerosos
El Maestro dice: ¿Cómo enseñan ellos a la gente?
El monje dice: Los buenos consejeros de ese distrito enseñan a los estudiantes de forma directa que la mente aquí y ahora es buda. Buda significa la conciencia en si. Ahora ustedes están totalmente dotados de la esencia del ver, escuchar, el conocimiento y el reconocimiento. Esta esencia es capaz de levantar las cejas y parpadear, de ir y venir y de moverse y actuar. Penetra el cuerpo de manera tal, que cuando toca la cabeza, la cabeza lo sabe, y cuando algo toca el pie, el pie lo sabe. Por lo tanto, se le llama “la inteligencia verdadera que penetra todo”. Aparte de esta no hay buda en absoluto. Este cuerpo debe aparecer y desaparecer, pero la esencia mental nunca ha aparecido o desaparecido desde el pasado ilimitado. La aparición y desaparición del cuerpo es como un dragón que cambia sus huesos, una serpiente cambiando su piel, o una persona cambiándose de una casa vieja. Este cuerpo es inconstante; la esencia es constante. Lo que enseñan en el sur es así en gran parte.

El Maestro dice: Si es así, ellos no son distintos del no-budista Senika. El dijo “en nuestro cuerpo hay una esencia espiritual única. Esta esencia puede reconocer el dolor y la irritación. Cuando el cuerpo decae el espíritu se va; al igual que cuando una casa se esta quemando, el dueño de casa se va. La casa es inconstante; el dueño de casa es constante”. Cuando examino a la gente de esta manera, ellos no reconocen lo falso de lo verdadero. ¿Cómo pueden decidir que es lo correcto? Cuando me encontraba en mis viajes, a menudo encontré este tipo de personas. Últimamente, son muy populares. Ellos reúnen grupos de trescientas o quinientas personas y, con ojos mirando al cielo, dicen: Esa es la enseñanza fundamental del sur”. Ellos toman el Sutra de la Plataforma y lo cambian, lo mezclan con historias folclóricas y borran su significado sagrado. Ellos engañan y perturban a los estudiantes nuevos. ¿Cómo podría llamarse la de ellos la enseñanza hablada? Que doloroso resulta que nuestra religión es esté perdiendo. Si el ver, oír, conocer y reconocer puedan ser igualados con la naturaleza del Buda, Vimalakirti no hubiese dicho, “El Dharma trasciende el ver, oír, conocer y reconocer. Cuando usamos el ver, oír, conocer y reconocer, es solo el ver, oír, conocer, reconocer; no es la búsqueda del Dharma.

Al final de este importante Capitulo el maestro Dogen aclara lo que quiere decir la expresión “la mente aquí y ahora es buda” de acuerdo a la comprensión de nuestra tradición:

La mente como montanas, ríos y la Tierra no son nada mas que montañas, ríos y la Tierra. No hay olas adicionales u oleaje, ni viento ni humo. La mente como el sol, la luna y las estrellas no es nada mas que el sol, la luna y las estrellas. No hay neblina o bruma. La mente como vivir-y-morir, ir-y-venir no es nada mas que vivir-y-morir, ir-y-venir. No hay ilusión o realización adicional. La mente como cercas, paredes, tejas y piedras de río no es nada mas que cercas, paredes, tejas y piedras de río. No hay barro o agua adicional. La mente como los cuatro elementos y los cinco agregados no es nada mas que cuatro elementos y cinco agragados. No hay caballo o mono adicional. La mente como una silla o un báculo no es nada mas que una silla y un báculo. No hay bambú o madera adicional. Puesto que es esto es así, la mente aquí y ahora es buda es la mente aquí y ahora es buda no contaminado. Los budas son budas no contaminados. Así, la mente aquí y ahora es los budas en si, quienes establecen la voluntad, hacen el entrenamiento, realizan el bodhi y experimentan el nirvana. Si nunca hemos establecido la voluntad, hecho el entrenamiento, realizado el bodhi y experimentado el nirvana, entonces el estado no e la mente aquí y ahora es buda. Si establecemos la voluntad y tenemos práctica-y-experiencia en innumerables kalpas, esto es la mente aquí y ahora es buda. Si establecemos el deseo y tenemos práctica-y- experiencia en un instante de conciencia, esto es la mente aquí y ahora es buda. Si establecemos la voluntad y tenemos práctica-y-experiencia dentro de medio puño, eso es la mente aquí y ahora es buda. Por el contrario, al decir que el hacer el entrenamiento para llegar a ser buda por largos kalpas, no es la mente aquí y ahora es buda, quiere decir que nunca hemos visto, conocido y aprendido la mente aquí y ahora es buda. Quiere decir que nunca se ha encontrado un verdadero maestro que proclame la mente aquí y ahora es buda. El termino “budas” se refiere al Buda Shakyamuni. El Buda Shakyamuni es precisamente la mente aquí y ahora es buda. Cuando todos los budas del pasado, presente y futuro llegan a ser buda, inevitablemente se vuelven el Buda Shakyamuni, es decir, la mente aquí y ahora es buda.

Marcar el Enlace permanente.

Comentarios cerrados.