CREATIVIDAD Y ZEN


«El dragón entra en el agua». Caligrafía pintada por el Maestro Deshimaru para el dojo de la calle Montcada / Barcelona

Mi actividad diaria: jugar con los niños del pueblo.
Siempre llevo conmigo algunas pelotas de trapo,
en mis mangas. Para mucho mas no sirvo, pero se
disfrutar de la silenciosa paz de la primavera – Ryokan

En nuestra sociedad se considera de vital importancia la creatividad porque se estima que a través de esta creatividad puedan surgir respuestas y soluciones a los problemas nuevos que afectan tanto a nuestra salud individual como a la salud colectiva y global. Pero es necesario comprender que la creatividad que busca objetivo, es una creatividad condicionada por nuestro ego y por las circunstancias y que por lo tanto esta limitada a reaccionar.

¿Pero puede la verdadera creatividad ser solo una pieza mas dentro del juego continuo de Samsara? y ¿como acceder a la verdadera creatividad que se encuentra en cada uno de nosotros?

En primer lugar es necesario comprender que por una parte nuestra mente esta condicionada por nuestra percepción sensorial y que por otra estamos sometidos a un constante acecho por parte de los medios de comunicación. Los medios saben como funcionan nuestros sentidos y crean una realidad virtual que responde justamente a nuestra percepcion selectiva. Por ejemplo tenemos lo visual, donde a todo momento se nos están sirviendo imágenes que contienen determinados sistemas de valores que responden exactamente a lo que esperamos percibir. O también tenemos lo auditivo que esta expuesto constantemente a un acecho de ruidos como la música de fondo que nos acompaña a todas partes donde vallamos sea en el supermercado, en el metro, en el trabajo etc. Y por supuesto todo esto vale también para los otros sentidos.

Se podría decir que la sociedad de hoy en día esta marcada por la creación de realidades por parte de los medios de comunicación pero esto no es del todo correcto, porque no existe “adentro y afuera”: el ser humano se deja guiar por los medios de comunicación pero los medios se guían de acuerdo a lo que el ser humano busca. O sea que tenemos en nuestras manos decidir si nos sometemos a la invasión sensorial o no. Pero ¿cómo lograr mantener la mente clara y vivir una vida activa dentro de la sociedad? Para esto el Zen nos enseña a volvernos independientes. Ser independiente significa en este contexto, poder volver en todo instante a la condición normal de nuestro cuerpo espíritu – al balance. Si nos volvemos independientes, no hay razón para temerle a la cultura de masas y se puede jugar un papel activo dentro de la sociedad porque tenemos una confianza ilimitada.
El lugar donde ejercitamos esta vuelta a la condición normal es Zazen. Mediante la práctica regular de Zazen, con el tiempo vamos observando y comprendiendo nuestro condicionamiento y a partir de ahí comenzamos a dar los siguientes pasos y nos comenzamos a preguntar ¿quién observa? ¿quién escucha? ¿quién comprende? Es así como nos damos cuenta que la creatividad no tiene nada que ver con “querer crear algo nuevo” si no que es un “permitir que ocurra”. La verdadera creatividad se manifiesta, cuando permitimos que el movimiento universal se manifieste – sin “yo”.

En el Zen la espiritualidad y la creatividad se encuentran tradicionalmente en artes como la caligrafía, la pintura, la poesía, la música, los arreglos de flores o las ceremonias de te. Unas de las características mas importantes de estas artes tradicionales es que convierten la esencia del Zen, la absoluta presencia en el aquí y ahora, en una experiencia estética que es capaz de revolucionar la existencia del ser humano y que nos enseña que todo lo que hacemos puede convertirse en una obra de arte si nos hacemos uno con lo que hacemos.

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