¿COMO AYUDAR?


Saltar de una vez directamente dentro del espacio del Tathagata – Shodoka

Después del Zazen de todas las mañanas recitamos los siguientes versos:

DAI SAI GEDA PUKU
Oh, vestidura de la gran libertad

MUSO FUKUDEN- E
Kesa del campo de la felicidad ilimitada

HI BU NYORAI KYO
Con fe recibo la enseñanza de Buda

KODO SHO SHU JO
Para ayudar generosamente a todos los seres sensibles

Uno de los temas que mas expone la sabiduría budista es el como ayudar a los demás. ¿Por qué puede resultar que aun teniendo las mejores intenciones del mundo, intentando de ayudar de todo corazón, en realidad estemos fomentando la ignorancia, la avidez y la rabia? Porque para ayudar de verdad se require sabiduria. En el Zen se dice que la compasion sin sabiduria es debil y que la sabiduria sin compasion es peligrosa. Por ejemplo puede haber buenos amigos que nos animan a abandonar la práctica de Zazen porque dicen que es una perdida de tiempo o que no es buena para nada o porque supuestamente nos limita nuestras posibilidades de éxito en la sociedad. Y así nos cuestionamos ¿Cómo se puede ayudar verdaderamente? ¿Quién es un buen amigo?

De acuerdo a la comprensión budista, el practicar Zazen, es en si ayudar a todos los seres. La práctica de Zazen es la práctica de la gran sabiduría por la cual Avalokiteshvara alcanza la comprensión de la verdadera naturaleza de los cinco agregados. Y es la comprensión de sunyata lo que permite comprender la ilusión que significa afirmar que exista una individualidad separada. Pero la sabiduría budista no es un estado fijo. Sabiduría no significa realizar la Vía y mantenerse en un estado determinado. La sabiduría no se acomoda ni a lo absoluto ni a lo relativo. La sabiduría no busca lo agradable ni le huye a lo desagradable, sino que se mantiene en movimiento, en sincronía con la vida misma. Un movimiento en el cual el momento anterior no es la continuación del anterior; donde la vida esta solo en este instante. Por eso se dice que nunca se llegara a ver al Buda verdaderamente – porque Buda esta presente en todo el universo.

En el Sutra del diamante el Thatagatha aclara aun mas la comprensión budista sobre el ayudar y le recuerda a Subbhuti que una entidad egotica en realidad no existe y por lo tanto no hay “yo” que libere, ni “ellos” que sean liberados, y por lo tanto que si incluso un numero incontable de seres fuesen liberados en realidad ningún ser habría sido liberado. Estas palabras del Buda algunas veces han sido interpretadas como pasividad, pero quien practica Shikantaza comprende que en realidad traspasan la compresión limitada sobre la pasividad y la actividad, sobre el bien y el mal, porque la unidad transciende todos nuestros conceptos limitados.

Hay al respecto una antigua historia:
A un anciano maestro le gustaba pasearse por la noche por un pueblo cercano. Un día oyó unos profundos lamentos que venían de una casa. Entró suavemente y se dio cuenta de que el padre había muerto y de que la familia y los vecinos lloraban. Se sentó y lloró con ellos. Un anciano le vio y observó con sorpresa que el maestro lloraba:

“Creía que usted, al menos, estaba por encima de estas cosas”
-Es precisamente esto lo que me coloca por encima de ellas” contesto el maestro con un suspiro.

De esta manera podemos comprender que en el Budismo la manera más profunda de ayudar es a través de la compasión – y que la compasión nace naturalmente de la sabiduría. En el Budismo cuando ayudamos, la felicidad del otro se convierte en nuestra felicidad y nuestra felicidad se convierte en la del otro.

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