FELICIDAD Y SUFRIMIENTO

El agua en el mar ni aumenta ni disminuye, pero tenemos solo ojos para ver el alba de las olas. Así nos pasamos la vida entera – balanceados por las olas de la impermanencia – Kodo Sawaki

De acuerdo a la comprensión budista, cuando la compasión se manifiesta la felicidad del otro es también nuestra felicidad. Pero la compasión, al no tener un carácter dualista no se limita solo a la felicidad y así cuando la compasión se manifiesta también el sufrimiento del otro es nuestro propio sufrimiento. Por esta razón el Bodhisatva no se limita a observar desde una posición mejor a los que sufren, si no que se implica. Pero ¿cómo se implica el Bodhisattva?

Una pregunta con mas actualidad que nunca y que expone toda la madurez de un estudiante del Zen especialmente cuando nos vemos confrontados con el sufrimiento directamente: ¿Por que tanto sufrimiento? ¿Como ayudar? ¿Como actuar en situaciones concretas? Son preguntas que llegan del nada y que requieren una acción, una respuesta inmediata. Para dar un ejemplo concreto: nuestra reacción en cuanto al pánico, en cuanto al miedo masivo. El pánico es un estado de miedo extremo, que puede llegar a bloquear la atención o hasta incluso apagarla íntegramente poniendo en marcha nuestras reacciones de comportamiento mas básicas que son la huida, la lucha o quedarse paralizados. ¿Entonces, cómo Bodisattvas, como actuamos?

En el Sutra del diamante, el Buda enseña a Subuthi:

„ Cuando alguien dice, ‘¡Quiero seguir el Camino del Bodhisattva porque quiero salvar a todos los seres (…) y hago el voto de conducir a cada uno de los seres al Nirvana; y hasta que no estén todos allí seguros, no recogeré mi recompensa y entraré en el Nirvana.!’ entonces, Subbhuti, debes recordar como uno que ha tomado los votos, que incluso si tal incontable número de seres fueran liberados, en realidad ningún ser habría sido liberado. Un Bodhisattva no se aferra a la ilusión de una individualidad separada, una entidad egótica o una identificación personal. En realidad no hay “yo” que libere, ni “ellos” que sean liberados «

Así, podemos comprender que en realidad para ayudar verdaderamente lo primero que se requiere es claridad en el espíritu. Y claridad en el espíritu significa de acuerdo a las palabras del Buda, realizar el hecho que no hay una separación entre “yo” ni “ellos”. Y comprendemos de esta manera también que para ayudar en realidad se requiere sabiduría. Una sabiduría que va mas allá de nuestra imaginación sobre el bien y el mal y que puede ser comprobada en el mismo acto. Pero entonces cuando surge el pánico colectivo y llega sin darnos tiempo para prepararnos ¿que hacer?. La práctica del Budismo nos ofrece una propuesta concreta: colocar la mente en la posición correcta. ¿Qué significa esto? No dejarse sacar de balance por las emociones, por los pensamientos y ubicar la mente y el cuerpo. Ubicar la mente y el cuerpo significa volver a nuestra respiración natural, poner la atención sobre nuestra postura corporal, y de esta manera mantener la presencia en el aquí y ahora, pase lo que pase. En si una propuesta muy simple pero a la vez muy radical, porque cuando la experimentamos y nos comenzamos a dar cuenta que funciona, cambia nuestra vida completamente. Tal vez porque comprendemos que la mejor manera de ayudar es conservando un espiritu sereno, viendo las cosas como son y no dejandose corrumpir por las emociones.

En el budismo se dice que la verdadera compasión va mas allá del bien y el mal. Esto porque la compasión implica unidad. Unidad entre afuera y adentro, unidad entre yo y los demás, unidad entre el sufrimiento y la felicidad. Es así como comprendemos que el sufrimiento no es malo sino que es solo la otra cara de la felicidad y que la felicidad no es buena sino que la otra cara del sufrimiento. Donde esta comprensión aparece, lo que entendemos convencionalmente bajo sufrimiento o felicidad desaparece y la vida se manifiesta de instante en instante libremente y sin categorías. Así cuando toca ayudar simplemente lo hacemos, y lo hacemos con un espíritu claro, que a pesar del ir y venir de la tempestad conserva la certeza que detrás de las nubes de tempestad el cielo esta vasto y despejado. A esta forma de ayuda en el Budismo le llamamos compasión y es esta compasión la razón por la cual nos esforzamos diariamente.

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3 Respuestas a FELICIDAD Y SUFRIMIENTO

  1. maria ester dice:

    MUCHAS GRACIAS POR SU APOYO Y AMOR

    bendiciones

    mariaester

    Terapeuta y Maestra de Reiki

  2. Pilar Mallorca Islas Baleares España dice:

    Querido Meiyo:
    Quiero expresaros nuestro más profundo cariño y solidaridad con el pueblo chileno. Nuestros mejores deseos para todos vosotros.
    Un abrazo, Pilar y Lorenzo

  3. Desde España mi solidaridad y compasión en estos difíciles momentos, hacia toda las shangas y hacia todo el pueblo de Chile.

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