EL HORIZONTE

Tierra, mar, cielo,
Perdiendo a lo lejos,
Su identidad.

En el Horizonte ya se distingue la silueta de aquello que algún día será. Son formas que se diluyen entre el cielo y la tierra sin haber tomado contura aun. En su centro, si tienen uno, estas formas son mas oscuras que a su alrededor. De adentro para afuera se van volviendo mas y mas claras hasta hacerse uno con el cielo azul. Creo que es el futuro. Es nuestra manera de vivir. Es la igualdad, la fraternidad, la libertad. Son nuestros ideales, la manera de la cual deseamos vivir, son la vida que deseamos que nuestros hijos puedan llevar. No lo se, veo estas siluetas en la lejanía pero aun así ya las puedo sentir. ¿Será porque se que están conectadas al hoy? Si, es hoy, ahora, aquí, cuando se forma aquello que algun día será.

Lo de los planes siempre me ha resultado algo sospechoso. Siempre he pensado que es algo absurdo anteponer lo probablemente posible a la realidad y su inmediatez. Y no solo que sea absurdo, pues hay muchas cosas lo son, sino que como los deseos siempre les he asociado directamente con el sufrimiento y con el dolor. El dolor que llega con la desilusión. Ahora creo entender que no era a causa del plan. No hay nada de malo en los sueños ya que a estos incluso deberíamos apreciarles como un tesoro que llevamos en nuestro interior. Son lo que nos guía a travez de la espesa opacidad. Son lo que nos permite seguir caminado cuando fatigados del día a día creemos que no podemos más, son la esperanza misma de que algún dia lejano todo será mejor. Es más, hoy diría casi que soñar es un deber. La desilusión, el sufrimiento, no surgen de los sueños sino que de la separación. Cuando anteponemos el sueño a la realidad. Cuando hacemos del presente y del futuro objetos separados y comenzamos así a hacer planes que ignoran la irreprochable conexión que existe entre los dos. Lo que podemos observar en tantas cosas que acontecen ahora mismo a nuestro alrededor. En el desarrollo de la inteligencia artificial, en la lucha de la mujer por derechos iguales, en la lucha por la justicia social, en la educación. Hacemos planes, nos organizamos, desarrollamos productos, creamos estrategias abordando el futuro sin tomar en cuenta que la eficiencia de lo que desarrollamos o nuestras ideas se define hoy. Ignorando el hecho que lo que ahora no está bien tampoco mas tarde lo estará. Y eso que es una simple y lógica regla dentro de la ley de causa y condición. Para ser más claro: no se puede desarrollar la inteligencia sin que esta tome en cuenta la unidad que une a todas las cosas en toda dirección. No se puede adquirir derechos iguales a travez de la discriminacion. No se puede llegar a la justicia social a travez de la opresión. Es más: quien piensa que si se puede aplazar hacer lo que esta bien para un instante mejor, más lejos está de su propia liberación pues todo su mundo es un mundo fragmentado, un mundo de separación. Hace de esta separación el fundamento de su ideal, lo que a la vez convierte de su mundo un lugar herméticamente cerrado, sin escapatoria y del cual es casi imposible escapar.

Se dice que la inocencia es la ausencia del „yo“. No lo se, de afirmarlo estaría aceptando la existencia de la culpabilidad pero no es eso lo que creo observar. En vez de culpa veo la ignorancia, la rabia y la avidez. Más allá veo en la ausencia del „yo“ nada mas ni nada menos que la realidad. Miro hacia el pasado, tanto hacia mi historia individual como a aquella de la sociedad y solo veo una interminable cadena de sucesos unidos por la cadena de causa y condición que llega hasta el mismo día de hoy. Y al mismo tiempo comprendo que esta misma cadena seguirá existiendo por toda la eternidad. ¿Será esta la dinámica que caracteriza este instante? Debe serlo: todo esta relacionado entre si, todo carece de una identidad independiente, todo esta constantemente cambiando. Desde aquí vuelvo a observar: no, no hay nada ni nadie a quien conquistar, no hay nadie ni nada a quien culpabilizar. Si todo no hubiese acontecido tal y como aconteció, ahora no estaría aquí. Suelto. Me dejo llevar.

En el Horizonte se distingue la silueta de aquello que algún día será. Su forma va tomando conturas pero estas se van haciendo aquí. La separación se diluye. El futuro es la otra cara del presente. Capa a capa, color por color, sonido a sonido. La igualdad, la fraternidad, la libertad, nuestros ideales, la manera de la cual deseamos vivir, la vida que deseamos que nuestros hijos lleven, todo esto esta ahora aquí. Las siluetas que creia ver en la lejanía son mis acciones de hoy que toman forma. Si, es hoy, ahora, aquí, cuando se crea aquello que algún día será. Unos le dicen el destino. Yo le llamo la realidad.

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