El GENJO KOAN – El principio de las cuatro perspectivas


Cuando todos los Dharmas son el Buda-Dharma, hay ilusión y realización, práctica, vida y muerte, Budas y seres sensibles.
Cuando los incontables Dharmas carecen de yo, no hay ilusión ni realización, no hay Budas ni seres sensibles, ni vida ni muerte.

El camino de Buda es originalmente trascendente con la abundancia y la precariedad, de esta manera hay vida y muerte, hay ilusión y realización, hay seres y Budas.
Y aunque sea así, las flores se marchitan aunque las amemos, y la mala hierba crece aunque la odiemos.

En el capitulo Genjo Koan del Shobogenzo (tesoro del verdadero ojo del dharma) el maestro Dogen pone en practica la enseñanza de Buda que dice que solo se puede penetrar hasta la verdad a partir de cuatro perspectivas. Gautama Buda sabia que es imposible acercarse hasta la verdad si solo se muestra una de sus perspectivas dado que la realidad es compleja y expuesta al cambio continúo; Y dado que el Dharma de Buda no es un pensar especulativo sobre la realidad, sino que la realidad misma, así mismo como un mapa de un país no puede ser el país mismo, el Buda desarrollo este método de las cuatro perspectivas.

Dogen comprendió estas cuatro perspectivas que representan la lógica interior de la doctrina de Buda y las aplicó como estructura básica en todas las explicaciones del Shobogenzo. La enseñanza de la cuatro perspectivas se encuentra ya en las primeras 4 estrofas del capitulo 3 del Shobogenzo, el Genjo Koan. Dogen dice:

Cuando todos los Dharmas son el Buda-Dharma, hay ilusión y realización, práctica, vida y muerte, Budas y seres sensibles.

Esta frase significa, que se crean muchas diferenciaciones cuando se mira el mundo desde el punto de vista del sujeto que piensa sobre el mundo. Entonces existen diferenciaciones como ilusión y despertar, o el estado entre practicar y no practicar, vida y muerte, Budas y seres comunes. Esta es la perspectiva subjetiva idealista del Buda-Dharma. Un sujeto que esta por encima del mundo físico intenta producir un mapa mental sobre lo que es la verdad. Un mapa es necesario para aproximarse a la realidad, pero este no es el verdadero territorio.

Cuando los incontables Dharmas carecen de yo, no hay ilusión ni realización, no hay Budas ni seres sensibles, ni vida ni muerte.

La segunda frase describe otra perspectiva del Buda-Dharma: un objeto que se cree sujeto se toma la verdad como materia de sus investigaciones. Desde esta perspectiva el mundo se compone de materia sin vida y hechos objetivos, que existen separados de los valores subjetivos. Este es el punto de vista de la ciencia y la perspectiva concreta física del Dharma de Buda. A primera vista parece que esta imagen mecánica del mundo pueda comprender de manera mas “objetiva” la realidad que la imagen idealista, pero en realidad depende la existencia del mundo físico también de un sujeto, que la percibe e identifica. Siendo así esta perspectiva se basa en la separación del sujeto del objeto, aunque el que lo percibe, no diferencie entre ilusión y despertar, entre budas y seres comunes, entre vida y muerte. Esta es la perspectiva material objetiva del Buda-Dharma.

El camino de Buda es originalmente trascendente con la abundancia y la precariedad, de esta manera hay vida y muerte, hay ilusión y realización, hay seres y Budas.

La tercera frase dice que la verdad de Buda, es completamente otra cosa que las otras dos perspectivas mostradas anteriormente del materialismo y el idealismo. ¿Pero podemos imaginarnos una representación que no pertenezca al ámbito del subjetivismo intelectual o del objetivismo sensorial? ¡No! Justo porque el maestro Dogen reconoció que el Buda Dharma demuestra una verdad que traspasa todos los modelos de pensamiento subjetivistas o objetivista, sus explicaciones sobre el Dharma en el Shobogenzo sobre este método de las cuatro perspectivas. En la primera frase Dogen demuestra la perspectiva subjetivista y en la segunda frase la objetivista, y ambas se basan en la separación entre el objeto y el sujeto. En la tercer frase demuestra Dogen que la verdad de Buda tiene un perspectiva que traspasa las contradicciones entre el sujeto y el objeto porque presenta la vida como es en el instante presente. Esta perspectiva se basa en los hechos en el Aquí y ahora. Se basa en el hecho de que si actuamos completamente presentes en este instante, somos parte de una ininterrumpida unidad, a la cual nosotros llamamos verdad o Dharma. La acción es el punto donde el yo (como sujeto) y el mundo (como objeto) se encuentran. La verdad para el maestro Dogen no es una búsqueda sobre algo del mas allá, sino que se realiza en este instante, en la acción; y así podemos decir que el budismo no procede intelectualmente sino que pragmáticamente y real y se diferencia así del idealismo y el materialismo.

Pero aunque el Buda Dharma tenga esta perspectiva real pragmática, es esta tercera perspectiva también solo una explicación sobre lo que es la verdad. Por esta razón dice Dogen en la cuarta frase refiriéndose a la verdad: “Y aunque sea así, las flores se marchitan aunque las amemos, y la mala hierba crece aunque la odiemos”. Esto representa la condición real de la verdad, tal y cual es, independiente a nuestros deseos, esperanzas, miedos o necesidades.

Siendo así las cuatro verdades que Gautama Buda enseñaba, son idénticas con las cuatro perspectivas de la verdad, que expone el maestro Dogen en estas cuatro frases del Shobogenzo. El maestro Dogen utiliza el sistema valórico idealista y el materialismo objetivo como puente que hay que traspasar, para llegar a la verdadera naturaleza de la verdad. La persona común ve esta verdad de manera filtrada y transformada por su pensamiento y sus sentidos.

Traducción según comentarios de Gudo Wafu Nishijima

El capitulo 3 del Shobogenzo se encuentra traducido íntegramente el la sección “Sutras”.

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