SINCERIDAD Y ZEN

La gran campana,
!Dong! una vez más suena.
Nuevo momento.

Dices que el agua de hoy te parece como si estuviese parada cuando en otro dia salía alegre y riendo. Dices que la primavera es un tiempo triste porque está lleno de locura. Dices que el viento solo trae ilusiones y que en invierno el árbol es solo un tronco seco con un ramaje yerto. Por que me dices todas estas cosas te pregunto que es la sinceridad, que es ser honesto.

Y me respondes que la sinceridad es respeto. Que la sinceridad nace del deseo de querer dejar atrás toda mentira o hipocresía debido justamente a ese gran respeto. Me dices que ser sincero es tener identidad y coherencia. Que la sinceridad es algo que se da y no algo que se pide. Me dices que la sinceridad debe ser llevada con tacto y discreción porque en realidad implica armonizar las palabras con los hechos. Me dices tantas cosas bonitas sobre la sinceridad y la verdad y pones el listón tan alto que algunas veces me pregunto porque no te das cuenta que nuevamente estas mintiendo. Para darte una pista, ¿acaso no ves que detras de los hechos y las palabras están los sentimientos? Quizás digas ahora que esta es una noticia falsa, otra verdad alternativa, por lo que te preguntare mas una cosa: ¿lo que sentimos acaso no depende de nuestros sentidos y no están justamente estos en constante interacción con todo lo que ocurre tanto afuera como adentro de nosotros? Con otras palabras y porque te amargas la vida como me la amargas a mi con este concepto de querer ser siempre tan sincero, te lo diré más clarito: la sinceridad como concepto fijo no existe. Si, así es, no existe. La sinceridad solo se manifiesta por instantes y solo dentro de un respectivo contexto.

Osea que la sinceridad así como la definimos habitualmente es como un sueño. Como un sueño o una irreal pero necesaria utopía, que nos guía a travez de la realidad en la que vivimos. Como un sueño que, lo queramos o no, proyecta nuestras emociones y que de todas maneras es mucho mas fragil de lo que creíamos pues sabemos, si nos lo permitimos pensarlo, que se puede desmoronar en todo momento. ¿No será esta la verdadera razón en cuanto a la inseguridad que sentimos actualmente? Lo vemos en el futuro, en la economía, en la politica, en nosotros, nuestra salud, nuestro entorno. Lo vemos especialmente en el desarrollo tecnológico que va mucho mas rápido que los avances sociales y que nos demanda respuestas que aun no tenemos. Lo vemos en la aparición de los falsos profetas que ante la inseguridad nos dan fáciles respuestas. Los reconocemos por que hablan de sinceridad pero sacan las cosas de contéxto. Hablan de unidad creando división frente a un supuesto enemigo. Predican: el fin justifica los medios. Quizás creyendo haber entendido alguna cosa. En el Budismo muchas veces creyendo que shunayata es lo mismo que el vacío ausente de cualquier cosa. Pero no. Shunayata no significa que el bien o la ética no existan. Al igual que el fin no justifica los medios. Algo que lo confirma la ley del karma. La ley de causa y condición que es la ley suprema: lo que no esta bien hoy tampoco lo estará mañana. Me preguntas ahora ¿que hacer ante dicho dilema, ante el no saber como ser fuerte ante una realidad constantemente cambiante y un futuro inseguro? ¿Como ser digno ante la injuria y la calumnia o como ser sincero ante la intencionada injusticia? Para seguir con esto de querer ser sincero: no soy yo quien para poder o deber decírtelo o con otras palabras, eres tu quien debe saberlo. Lo que si puedo decirte es que la visión mas alta no esta separada de la mas baja, que la oscuridad no esta separada de la claridad y que el sentimiento mas profundo no esta separado de lo mas profano. Esta es la razón por la cual digo que no hay camino a la paz, que la paz es el camino. Es como si dijese: lo manifiesto no esta separado de lo invisible. Asumiendo esto ¿no es importante hacernos conscientes de donde y como surgen nuestras emociones?. Esto es lo que veo en mi cuando intento de ser sincero.

¿Aun sigues buscando ahí afuera la revolución que te libre de la prision de tus emociones? Si es así, te propongo que lo veamos desde otra perspectiva. Mirémoslo desde más arriba, quizás sirva de algo. De la altura lo que distingue al árbol, sus hojas, su tronco, su ramaje se hace uno con el pasto, con la montaña, con el bosque. Desde más arriba incluso el bosque se convierte en un pequeño punto dentro del paisaje. Las fronteras se diluyen, solo se distinguen los océanos y los continentes. Y si lo vemos desde mas arriba incluso, desde la luna, la tierra es solo un planeta entre muchos otros y se disuelve el tiempo. Desde ahí arriba ¿que esta bien y que esta mal y como se define?, ¿que nos distingue a ti y a mi? ¿nuestras creencias, nuestros idiomas, el sexo, el dinero, los pigmentos?. Creo que hemos de reconocer que ser sinceros siempre puede ser solo un intento pues la sinceridad surge y se desvanece en todo momento.

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