CIRCULOS


Una gota cae,
Sobre la superficie.
Extensión sin fin.

Como una gota que irrumpe sobre la superficie de un lago libre de cualquier emoción y que en círculos se expande en toda dirección, así ha sido la elección del nuevo presidente de los EEUU. Nos a sacado a lucir los colores exponiendo la verdadera forma de la no-separación. Nos a desvelado una vez más los secretos de la dualidad y la no-dualidad desenmascarando las patologías de una sociedad que vive la democracia solo en la superficie, en la fragmentación. En esta fragmentación distinguimos entre el bueno y malo, entre el blanco y el negro, entre afuera y adentro, entre nosotros y los demás cual es una distinción que siempre ha estado cargada de doble moral. ¿Pero que hay detrás de los ideales y el autoconformismo? Estas son preguntas que solo se responden observando la no-separación y de no ser que una gota irrumpiese en la superficie de la emoción, no podríamos ver la verdadera forma de la no-separación con tanta claridad. Quizás seguiríamos adoptando una y otra vez el mismo comportamiento de siempre que tanto sufrimiento a traído y sigue invocando en toda dirección.

Cuando una gota irrumpe sobre la perfecta superficie del agua libre de emoción, reconocemos claramente que el comportamiento de quien se mueve bajo los esquemas del ganar y perder engendra siempre confusión e insatisfacción. Podríamos decir incluso que el comportamiento del sufrimiento se motiva en el de ganar y perder. Pero que fácil seria. Que fácil sería seguir creando más y más confusión. Una vez más pasaríamos a diabolizar, a crucificar, a culpar, a excluir como tantas veces ya lo hemos hecho en la historia sin haber revisado nuestra comprensión. Sin haber hecho los deberes en nuestro propio interior. Algunos incluso ya estaban casi convencidos de que el mundo se iba a acabar cuando se anuncio el resultado de las elecciones y se proclamó que Donald Trump acababa de ganar. ¡No me digas! ¿Es simple hipocresía o es que no lo puedes ver? Solo hace falta decir una palabra: ¡Luz!. Decimos “Luz” y no hay que ser clarividente para saber que solo dos cosas pueden acontecer. O nos apegamos a la palabra luz quizás haciendo de la luz un ideal espiritual como si alcanzarle significase alcanzar la divinidad. O por otra parte rechazamos. Nos reímos de la palabra luz cual implica la magia que puede haber detrás de la superficie reduciéndola solo a su aspecto físico material. ¿Pero que tal si la luz no fuese otra cosa que luz de la sabiduría que nos libera de los opuestos que crea la dualidad? Quizás algo inimaginable acontecería en medio de la superficialidad. Algo mágico – real. Tal vez comprenderíamos que la fragmentación es la verdadera esencia de la dualidad. Que esta surge de la separación de la realidad en opuestos y que el verdadero sufrimiento acontece solo y únicamente porque nos apegamos o rechazamos la realidad.

Y este si es un punto muy importante que se comprende cuando se observa la forma en su integridad. Que resalta a la vista, que podemos incluso sentir. Sobretodo cuando apuntamos hacia otros como los causantes de nuestra infelicidad, pues ¿no es el autentico origen del sufrimiento la visión que alude que existe un yo separado de los demás?. Algo que pone en evidencia sobretodo a aquellos que aluden saber que es el verdadero amor o la emancipación. Algo que expone incluso al utilitarismo que dicen ejercer muchas instituciones sociales en los días de hoy. Hay quienes dicen que ya que no hay separación, ya que el yo es solo una ilusión, todo ha de ser compartido sin más. La felicidad de uno debe ser la felicidad también de los demás. ¿Pero que felicidad sería esa, si aconteciese en base a la subyugación de un derecho individual esencial? Tal vez me respondas “Bien está aquello que máxima la utilidad de la felicidad”. Pero un momento: “No es el océano la gota, y la gota el océano a la vez” o con otras palabras no se basa la democracia en el derecho individual de la misma manera como el derecho individual se basa en la democracia?. Este es el momento en el cual tal vez descubramos que la doble moral en el fondo no es otra cosa que una forma de querer imponer el poder. Para muchos nada nuevo quizás, pero que aun así casi nos fuerza a preguntarnos ¿qué hace a los utilitaristas alzarse moralmente sobre el presidente electo Donald Trump?. Me abstengo a responder o a juzgar. Solo les tengo una noticia que tal vez no les vaya a satisfacer: es la naturaleza del deseo de crear opuestos donde no los hay. Es la naturaleza de la dualidad de atraer el conflicto donde hay paz.

Observar la verdadera forma de todas las cosas es una práctica de infinitos meritos. Una práctica que alcanza desde la primera gota hasta el interminable océano sin fin. Que permite reconocer el océano en la gota como la gota en el océano sin poder distinguir ni una sola diferencia. Y es que si las diferencias apareciesen sería única y solamente porque ya nos encontraríamos sumergidos en la dualidad. Esto es algo que los que han crecido en una cultura determinada y después han optado por un camino de emancipación pueden fácilmente comprender. Cuando la luna esta tapada por las nubes, su cuerpo se puede incluso sentir. Y es que emanciparse implica despojarse constantemente de los conceptos e imágenes antiguas hasta que lo autentico comienza a manifestarse de forma natural en nuestro interior. Innecesario, incluso una seria dificultad sería entonces aferrarse a partir de ahí a las palabras de los antiguos maestros. ¿Dices que este es un enseñanza rara o incluso salvaje? ¿de veras? Si me obligas a caracterizarle de alguna manera yo solo le llamaría natural. Pues la naturaleza si que es bella y lo es porque acontece más allá de cualquier discriminación. Ósea que tranquilos que el mundo tan rápido no se va acabar a razón de los resultados de una elección. Ya muchas gotas han caído sobre la perfecta superficie de la realidad y sin duda seguirán haciéndolo muchas otras veces más. Lo que si cabe a preguntar es si no deberíamos vivir con mucha más atención en lo social, lo que implica observar la forma en su integridad. En los círculos en los cuales se mueve la realidad. En los cuales se expande, en los cuales se suele contraer. Lo digo porque quizás sea esta la única vía posible en cuanto a una convivencia en paz.

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