
Lamparas dan luz,
Penetran lo oscuro,
Paso a paso.
Si, el respirar de manera consciente es un verdadero tesoro, algo que nos conecta con nosotros mismos. Podemos experimentarlo en todo momento, no solo cuando miramos de norte a sur, de oriente a poniente y vemos como la verdad una y otra vez se cae partida en mil pedazos. Aun así, en este salto de una orilla a la otra, de lo ilusorio a lo verdadero, de lo que creemos conocer a lo desconocido es donde podemos comprobar que reestablecer la conexión con nuestra respiración no significa solo reestablecer el contacto con nosotros mismos sino que también con todo lo que nos rodea. Solo se requiere preguntamos en que punto nos hemos extraviado, donde y cuando, ¿en la diferenciación, en el éxito, en la recompensa? Y ya podemos reconocer que si ahora como humanidad corremos riesgo de distorsionar el equilibrio natural del planeta no es por casualidad sino que debido a una profunda desconexión con nosotros mismos. Así es que nos preguntamos con urgencia ¿sabremos saltar de la orilla del presente a la orilla del futuro? ¿Sabremos distinguir la diferencia entre la libertad y el libertinaje para no caer en el error del autoritarismo? ¿Sabremos apreciar el valor del equilibrio?
La respiración ejercida de manera consciente puede ser de gran ayuda cuando se camina por lo desconocido aun así ¿de qué sirve si la respiración no va acompañada de la acción correcta? Ósea que la sabiduría no puede ser un bien que se adquiere y que posee sino que más bien una asignatura eternamente pendiente. Como el equilibrio. Algo que en la vida en sociedad ya queda evidente cuando alguien intenta viajar llevando consigo como bagaje nada más que la honestidad y la confianza. ¿Cuántos hoy en día no consideran la pureza como un acto de ingenuidad y de inocencia sin darse cuenta que ellos mismos con lo que postulan se dirigen hacia un distopia totalitaria? ¿O que otra cosa, significa fomentar la propia identidad a costa de conceptos que consideramos enemigos? ¿O que otra cosa implica fomentar una imagen de unidad que no respeta lo diferente? Preguntas que evidencian una vez más que aún no somos conscientes del real valor que tiene el equilibrio para la sociedad en la que vivimos.
.Con otras palabras conectarnos con nosotros mismos significa también conectarnos con el sufrimiento inconsciente que llevamos dentro. ¿A que me refiero en concreto? A que conectarse con uno mismo implica comprender que no es el resultado de lo que hacemos lo más importante sino lo que realmente hacemos. Algo que por otra parte también indica que de nada sirve armar alrededor nuestro un muro de conocimientos, pues todo conocimiento que al final no se abandona, no solo ata al pasado sino que también impide ver con claridad lo que exige este momento. Dicho de otra forma, la sabiduría solo se expresa en la espontaneidad de manera genuina.
Es verdad, en un corazón ardiente llueve y llueve contantemente. Llueve mares de esperanzas sin tener esperanza alguna como en una ilusión desbordante. Sin conexión con nosotros mismos no nos damos cuenta que al no considerar lo que nos rodea nos hacemos daño a nosotros mismos. Y eso que la conexión es evidente en todas las direcciones pues es como el equilibrio que existe tanto en el otoño como en la primavera, tanto en los perdedores como los exitosos, tanto en lo pequeño como en lo grande, tanto en el sol como en la tierra. ¿Qué se requiere entonces para conectarse? Solo mantenerse presente en este instante sin perderse en distinciones. En el momento antes de que se exprese la discriminación a consecuencia de la consciencia discriminatoria, el equilibrio existe en todo de manera simultánea pues donde todo carece de un yo separado todo está con todo en estrecho contacto.