MEIHO MISSEN MICHEL BOVAY

“Cuando se realiza la unidad, todo se convierte en no mente „mushin“. Cuando todo se convierte en “no mente”, todo se convierte en Buda. Y cuando todo se convierte en Buda todo se convierte en amor” Meiho Missen Michel Bovay

Tras larga enfermedad ha fallecido este miércoles 22 de abril del 2009, nuestro gran maestro y amigo Meiho Missen Michel Bovay.

Michel Bovay, quien ha contribuido mucho para que Budismo Zen se divulgue también en America Latina, nació en 1944 in Monthey (Suiza). En su juventud fue exitoso músico, compositor y productor de musica y toco ademas en diferentes grupos como la banda rock „The Sevens“ cual en los años sesenta logro mucha fama.

En 1972 Michel Bovay conoció al maestro Zen Taisen Deshimaru, que había venido a Europa para traer el Zen. Le siguió a Paris donde el maestro Deshimaru le dio la ordenación de Bodhisattva y un año mas tarde la ordenación de monje Zen. Durante diez años trabajo y practico diariamente con el. Como discípulo cercano le ayudo al maestro Deshimaru a divulgar el Zen y contribuyo activamente a la creación de la Asociación Zen Internationale (AZI).

Después de la muerte del maestro Deshimaru en el año 1982 Michel Bovay se convirtió en uno de los responsables en transmitir sus enseñanzas. Se dedico a enseñar en el templo «La Gendronnière“ en Francia y dirigió numerosos sesshines en Canadá, países de Europa así como también en Argentina y otros países de Latinoamérica.

Así como el maestro Deshimaru lo había deseado, en 1985 Missen Michel Bovay volvió a Suiza y se dedico a enseñar a partir de ahí en el Dojo Zurich. Luego, desde 1995 hasta el 2003 fue ademas presidente de la Association Zen Internationale.

Missen Michel Bovay es Autor e Editor del libro «Zen – Práctica y enseñanza, historia y tradición, civilización y perspectivas» Publicado por la editorial Kairós. Ademas creo una obra de teatro llamada „Historias Zen“que fue presentada con mucho éxito tanto en francés como en alemán en diferentes países de Europa.

Va aquí la traducción de un fragmento de un teisho mantenido por Michel durante el campo de verano del 2002 en el templo La Gendronniere:

“Jihi” es el amor universal, la compasión, que surge cuando comprendemos profundamente que todo esta en unidad. Este es el amor vivo, el amor de verdad. El amor del Buda por todos los seres, “daiji”, la gran compasión. Cuando sentimos “jihi”, no existe más la separación. De esta manera se desarrolla “dai hannya”, la gran sabiduría. La sabiduría y la compasión al final no están separadas sino que van siempre juntas. La realización de la unidad, experimentar la unidad, deja que la sabiduría y la compasión puedan surgir así como el amor y la felicidad. Esto es así en todas las circunstancias, tanto en Zazen como en la vida cotidiana. Por ejemplo hace la unidad entre el hombre y la mujer feliz, esto todo el mundo lo puede comprender. Unidad significa felicidad. Pero Jihi no es solo el amor a una persona, sino que hacia todos los seres, a todo el universo.

«Cuando esto esta unificado, surge la felicidad. Pero no debemos cometer ningún error».

¿De que error se habla en el Hokyo Zanmai? El error de la separación. Creer que uno existe como individuo separado. El error esta en la mente. Cuando lo opuesto se vuelve dualista, la felicidad desaparece. Cuando uno se cree separado surge el sufrimiento. La separación es la fuente de la ilusión y de la infelicidad. Esto muchos no lo entienden. Así funciona el mundo. Cogito ergo sum, pienso así que soy. Este es el error del mundo. La creación de diferentes categorías, de oposiciones, reduce y limita el espíritu a nuestro “yo”, nuestro ego limitado.

No es importante, separar lo relativo de lo absoluto, ni lo absoluto de lo relativo. El Bodhisattva es una persona común y corriente, como nosotros, pero que vive por medio de su espíritu y su cuerpo la dimensión universal. Cuando uno llega a experimentar esto a través de su cuerpo y espíritu, uno se siente feliz y puede ayudar a todos los seres. Cuando esto esta unido, se manifiesta la felicidad.
Cuando damos sea amor o compasión, recibimos lo mismo a cambio. Es ahí donde se encuentra la verdadera felicidad.
Por favor no cometan errores, no separen, ni en Zazen ni afuera. Esforzarse a dirigirse siempre en dirección hacia la unidad al soltar el apego a si mismo, es lo mas importante en nuestra práctica.

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